Según el Servicio Meteorológico Nacional de Nueva York, en Central Park la temperatura alcanzó los 35 ºC, la más alta para esta época desde 1888.
La primera gran ola de calor del año en Estados Unidos comenzó el fin de semana y alcanzó su punto máximo el lunes, afectando a cerca de 160 millones de personas en ciudades como Washington, Baltimore, Filadelfia y Nueva York.
“Este calor extremo no sólo será incómodo y opresivo. Será brutal y peligroso si no se toman las medidas necesarias”, advirtió el alcalde Eric Adams, recordando que cada año mueren 500 personas por calor en la ciudad.
“Muchos viven en cuartos rentados sin cocina, y vienen aquí porque nadie quiere cocinar con este calor”, señala Stephany Cruz, coordinadora de un centro en Washington Heights, que ofrece almuerzos por una contribución de 1.5 dólares.
Durante la ola de calor, el centro opera de 7:00 a 19:00 horas y puede albergar hasta 150 personas al día, en su mayoría mujeres.