La Semana de la Moda vivió un momento que ya es historia: la aparición de Miranda Priestly —encarnada por Meryl Streep— frente a Anna Wintour, editora editorial global de Vogue, durante el desfile Primavera/Verano 2026 de Dolce & Gabbana. El evento, celebrado en la capital mundial del estilo, se convirtió en un cruce entre la ficción y la realidad, entre el cine y la alta moda, entre el mito y su musa.
La presencia de Streep caracterizada como Miranda Priestly no fue casual. La actriz, de 76 años, se encuentra rodando la esperada secuela de El Diablo Viste a la Moda, película que marcó un antes y un después en la representación del poder editorial en la industria fashionista. Vestida con una gabardina vinílica beige de Dolce & Gabbana, stilettos a juego y las icónicas gafas oscuras del personaje, Streep desfiló junto a Stanley Tucci (Nigel en la cinta), en una escena que fue grabada para la nueva entrega cinematográfica.
La secuela, aún sin título oficial, incluirá escenas reales grabadas durante la temporada de desfiles, y contará con la participación de Simone Ashley como la nueva asistente de Priestly, en un rol que en la cinta original ocuparon Anne Hathaway y Emily Blunt.
Sentada en primera fila, Anna Wintour observó la escena con su habitual serenidad. El momento fue interpretado como un gesto cargado de simbolismo: Wintour ha sido señalada durante años como la principal inspiración detrás del personaje de Miranda Priestly. El cruce de miradas entre ambas, desde sus respectivos asientos, fue captado por Vogue y compartido en redes sociales, generando miles de reacciones y memes que celebraban el cara a cara entre la ficción y su referente real. Como se ve en el reel de Vogue en Instagram, Miranda Priestly “se reunió” con Wintour tras el desfile, con un guiño a la icónica frase: “¿Puedes deletrear Gabbana? Por supuesto que sí”.
Wintour ha comentado en el pasado que encuentra la película original entretenida, una afirmación que, sumada al encuentro en Milán, refuerza la conexión entre ambas figuras como íconos de autoridad, estilo y exigencia.
La colección Primavera/Verano 2026 presentada por Dolce & Gabbana incluyó pijamas lujosos con pedrería, lencería transparente, estampados animales y calzado que iba desde stilettos hasta pantuflas elegantes. Pero más allá de la propuesta estética, el desfile se convirtió en un plató cinematográfico, una pasarela que sirvió de puente entre el universo editorial y el espectáculo.
El hashtag #MirandaPriestly volvió a ser tendencia global. Videos del desfile, capturas del encuentro y comentarios de celebridades inundaron TikTok, Instagram y X (antes Twitter). Vogue compartió un clip donde se ve a Streep y Wintour en un momento de complicidad, en lo que muchos interpretaron como una reconciliación simbólica entre la ficción y la realidad. El reel de Vogue en Instagram, que menciona la sorpresa matutina y enlaza a más detalles, acumuló rápidamente miles de interacciones.
Miranda Priestly, interpretada por Meryl Streep en 2006, se convirtió en un arquetipo de la mujer poderosa, exigente y sofisticada. Su frase “Eso es todo” y su mirada fulminante definieron una era. El personaje, basado en el libro de Lauren Weisberger —quien trabajó para Wintour—, trascendió el cine para instalarse en el imaginario colectivo como símbolo de liderazgo femenino en entornos competitivos.