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Café Amargo
Irene Medrano Villanueva
¿Que le pasa a la presidenta de los mexicanos?
A la presidente Claudia Sheinbaum en las últimas mañaneras se le ve enfadada, enojada, molesta y hasta se contradice; ataja cualquier pregunta de los reporteros: “¡ya, ya, ya!”, contesta o deja a los comunicadores con respuestas a medias: “sin comentarios”.
Estos ejemplos son sólo de las dos últimas mañaneras. Primero, el pasado jueves un reportero le preguntó sobre el viaje de Noroña a Coahuila en un avión particular de lujo, donde la hora cuesta dos mil dólares.
“Cada quien es libre de opinar y que a cada quien nos evalúe la gente”, dijo.
Su respuesta fue de enfado, quizá el arrebato se deba a que sus correligionarios no le hacen caso,
La presidenta Claudia Sheinbaum ha pedido a los funcionarios públicos e integrantes de Morena conducirse con austeridad y sin lujos y éstos, hacen lo contrario.
A insistencia del reportero, dijo en medio de una sonrisa nerviosa o irónica: ¡Ya, ya, ya, no voy a entrar a debate”.
Los morenistas salieron más bravos que sus opositores, que decían que nomás robaban poquito, pero, éstos se están sirviendo no con cuchara, sino con cucharones y los hacen sin ningún rubor, les vale madre lo que opinen los mexicanos que para eso, los eligieron, perdón, no todos.
La presidente de México, considerada una de las mujeres líderes de América Latina, su elección es vista como un hito para la igualdad de género y su figura ha sido destacada en el panorama latinoamericano, al igual que sus posicionamientos en cuanto a la figura femenina.
“Es tiempo de mujeres sin violencia”, dijo un mes después de haber tomado posesión- 25 de noviembre 2024-.
El pasado 15 de septiembre durante el grito de Independencia clamó: “Vivan las heroínas anónimas”. Ella no aclaró si heroínas mexicanas o extranjeras.
Al cumplir sus cien días, ponderó a las mujeres y demandó que a ella le dijeran presidenta con “a” y fustigó a los que no consideran a las mujeres como personas, “a esos que no han entendido que las mujeres podemos les decimos que así como llevamos un hogar, también tenemos la fuerza, la entereza el temple y la capacidad para ser bomberas, ingenieras, astronautas, abogadas y comandantas supremas de las fuerzas armadas”.
Sin embargo, todo esto, este viernes lo echó por la borda, al negarse, prácticamente, a hacer un comentario sobre una mujer latina que fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz: Maria Corina Machado, política venezolana.
Maria Corina Machado ganó el Premio por defender la democracia en Venezuela, fundadora del partido Vente Venezuela y férrea opositora de Nicolás Maduro, ahí está el detalle, del disimulo de Sheinbaum.
En dos ocasiones la presidente en la mañanera fue cuestionada sobre el citado premio, se negó a felicitar a la venezolana, “sin comentarios”, dijo.
No felicitó a la mujer, mucho menos a la política, mucho menos a la heroína que como ella, en otros ayeres fue una aguerrida opositora.
“Nosotros siempre hemos hablado de la soberanía y autodeterminación de los pueblos, no solamente por convicción, sino porque así lo establece la Constitución”, dijo.
Ah, pero no pasó ni media hora cuando se le olvidó el lema tan socorrido que tiene cada vez que le preguntan sobre tal o cual país que tiene dictadores izquierdistas como Venezuela, Cuba, Nicaragua, etc, se acoge a la determinación de los pueblos, bla, bla, bla…
Durante la mañanera le preguntaron sobre la destitución de Dina Boluarte como presidenta de Perú y aprovechó para abogar por el también destituido en el 2022 Pedro Castillo.
Las contradicciones de Claudia Sheinbaum, primero pedía respeto a la soberanía, para no felicitar a la que ha hecho sufrir a Maduro, luego habló y hablo convirtiéndose en defensora de oficio del ex presidente Pedro Castillo, al exigir la liberación del ex presidente y un juicio justo.
Entonces, presidenta, ¿a qué juega en la política?, ¿es o no es? Aunque hay que darle el beneficio de la duda, tal vez por no contradecir a su mentor, llámese Andrés Manuel López Obrador que es muy cuatacho de Nicolás Maduro, presidente de Venezuela o quedar bien con Trump que quería ser el Premio Nobel de la Paz. ¿Usted qué opina?
