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Tras años marcados por distancias y momentos difíciles, el cantante Yahir abrió su corazón para hablar del presente de su hijo Tristán, quien ha logrado dejar atrás las adicciones y hoy se encuentra en una etapa más estable y cercana a su familia. El intérprete confesó que la relación con su primogénito se ha transformado en algo más profundo que la música, cimentada en la confianza y el apoyo mutuo.
El artista reveló que actualmente Tristán se dedica a vender aguacates, pero que incluso en esa actividad cotidiana mantiene viva su pasión por la música. “Anda en eso, pero él en el carro donde anda con los aguacates trae el micro y la compu y va componiendo de un trayecto a otro, haciendo rolas, y me manda ideas y todo, y sí, muy padre”, compartió con orgullo.
Yahir recordó que estuvo presente en los momentos más complicados de su hijo, acompañándolo en distintos tratamientos y procesos de recuperación. Sin embargo, destacó que ahora es Tristán quien ha tomado las riendas de su vida. “Yo creo que es un momento en el que Tristán ha tomado decisiones ya importantes en su vida él, por él. Nosotros su mamá y yo estuvimos ahí durante todo el proceso entre diferentes tratamientos y pues hemos recibido mucha terapia, mucha ayuda, muchas herramientas, pero ahorita quien está saliendo adelante por él mismo es él. Porque a veces tocar fondo también significa volver a empezar”, expresó.
El cantante subrayó que lo más valioso para él es ver a su descendiente feliz y con proyectos claros. “A mí lo importante es que él esté bien, que esté feliz, que tenga proyección en su vida, que tenga armonía con la familia, que tanto lo amamos, que tanto lo queremos, que tanto nos gusta compartir con él”, dijo, dejando ver la enorme satisfacción que le produce la evolución de Tristán.
Con emoción, Yahir confesó que disfruta cada momento que comparte con su vástago. “Yo me babeo con mi hijo, me encanta escucharlo, verlo. Me gusta mucho platicar con él. Es un hombre que ha vivido mucho, muy inteligente. Entonces, nos encanta tenerlo cerca y amarlo, y quererlo, por supuesto”, añadió, resaltando la admiración que siente por la madurez que ha alcanzado.
La historia de Tristán refleja un proceso de resiliencia y aprendizaje, en el que el apoyo familiar y la fuerza personal han sido determinantes. Para Yahir, ver a su hijo avanzar con pasos firmes hacia un futuro más estable es motivo de orgullo y esperanza, después de años de incertidumbre.
En este nuevo capítulo, padre e hijo se muestran más unidos que nunca, compartiendo no solo la pasión por la música, sino también la certeza de que las segundas oportunidades existen. La experiencia de Tristán es un recordatorio de que, aunque los caminos puedan estar llenos de tropiezos, siempre es posible reconstruirse y encontrar un nuevo comienzo.
