La humanidad está poco o nada preparada para combatir la amenaza de un esteroide y lo que pasó hace unos días lo comprueba. El 11 de marzo, el astrónomo húngaro Krisztián Sárneczky, del Observatorio Konkoly, cerca de Budapest, descubrió un pequeño asteroide que se dirigía hacia nuestro planeta, sólo dos horas antes de que impactara en el norte de Islandia; fue llamado 2022 EB5.
El asteroide se movía a una velocidad de unas 18.5 kilómetros por segundo; afortunadamente el cuerpo espacial se vaporizó inofensivamente en la atmósfera de la Tierra, puesto que no era muy grande. Sin embargo, los expertos dicen que incluso si el asteroide hubiera aterrizado completo en la Tierra no habría causado mucho daño.
New #asteroid #2022EB5 – Here & "Gone"
Blazing to🌎at 11.495mi/s, 10' wide 2022EB5 was discovered only 2hrs before hitting🌎atmos & prob breaking up as fireball near Iceland:
Sci seeking witnesses, report here:
✨https://t.co/qRZwZkXaRp#ufotwitter pic.twitter.com/5wi4wkeUpZ
— ✨🚀Marian Rudnyk™©🪐🔭🇺🇦🇺🇸 (@MarianRudnyk) March 13, 2022
Algunos residentes en Islandia informaron haber escuchado un fuerte golpe o visto un destello de luz, lo que ha llevado a la Organización Internacional de Meteoros a buscar testigos. Tales testimonios tal vez sean difíciles de recopilar, ya que este tipo de asteroides asteroides se suelen ver sólo como estrellas fugaces.
Una amenaza para la que la humanidad no está preparada
Cuando el EB5 de 2022 golpeó la Tierra, marcó el quinto caso conocido de un asteroide descubierto antes del impacto, señaló el astrónoma Marian Rudnyk, quien añadió que esta estadística destaca lo peligrosos que son los asteroides y “lo vulnerables que somos”.
Recientemente la NASA llevó a cabo un experimento simulado para evaluar el impacto de un asteroide que se destroza contra la Tierra; el ejercicio simulado abarcó un curso de dos días y esperaba medir la capacidad de los Estados Unidos para responder eficazmente a una amenaza de asteroide. También se centró en si los funcionarios de la agencia podían coordinarse de manera eficiente a nivel de gobierno federal, estatal y local.
Un “examen” similar se llevó a cabo el año pasado entre varias agencias y todas determinaron que por ahora no hay forma de desviar un meteorito de su curso. Sin embargo, los miedos son un poco infundados, pues el impacto de un asteroide grande es uno de los pocos desastres naturales que la ciencia es capaz de predecir con precisión y potencialmente prevenir.