Culiacán, Sinaloa.– El cambio de horario de verano, es una medida que afecta el bienestar biológico, psicológico y social de las personas, esto al alterarse el ritmo circasiano, expuso el psicólogo universitario, Ulises Armenta López.
El profesor de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), explicó que esta medida que el gobierno han implementado para aprovechar la luz del día y ahorrar energía eléctrica y la cual, entra en vigor el próximo 03 de abril, es una acción que afecta la salud de los seres humanos al experimentar un desajuste en la rutina diaria.
“Nos acostumbramos durante meses a comer a una hora determinada, a dormir, a levantarnos a una hora específica, a hacer ejercicio, a trabajar, es decir, todo de alguna manera se rige por horarios específicos y cuando se mueve el horario de verano, esto trastoca también nuestro ritmo interno, nuestro ritmo biológico”, declaró.
Señaló que el hecho de adelantar el reloj una hora, en una acción que altera el ritmo del sueño y que además, repercute en los estados de ánimo de las personas, quienes pueden presentar irritabilidad, estrés, dificultad para concentrarse, fatiga, entre otros.
En ese sentido, el especialista, indicó que estos efectos negativos al bienestar de las personas, se debe a que el cerebro no produce a tiempo la hormona de la melatonina porque el ritmo biológico ha sido alterado, afectando de esta manera el ciclo del sueño y descanso de los seres humanos.
“Ya es hora de comer, pero resulta que mi reloj biológico dice todavía no es hora de comer, ese es un ejemplo y lo mismo puede ser en el caso del sueño, ya es hora de dormir, pero resulta que mi cuerpo no está adaptado para conciliar el sueño en este momento del día, por lo tanto, la afectación es a nivel de los ritmos biológicos de comer, de dormir, etcétera”, dijo.
Mencionó que estos efectos se podrán experimentar por una o dos semanas aproximadamente, pues es el tiempo que les toma a las personas en volver a adaptarse al nuevo horario de verano, siendo la población infantil y adulta a los que les lleve más tiempo readaptarse.
Para poder adaptarse lo más pronto posible al nuevo horario, el psicólogo recomendó ir haciendo pequeñas modificaciones, como por ejemplo: irse a dormir 15 minutos antes de lo acostumbrado, evitar ver la televisión y hacer uso del celular por la noche, así como aceptar que el cambio de horario es un hecho.
“Mientras más pronto nosotros lo asumamos y nos resistamos menos, esto nos ayudará a fluir más con esta nueva forma de estar, pero también aquí es importante practicar ciertas estrategias de relajación, de manejo estrés, de la autoconciencia”, manifestó.