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Culiacán, Sinaloa.- Hace tres años el 17 de octubre de 2019, Culiacán, Sinaloa fue escenario de intensos tiroteos y bloqueos viales más terroríficos de su historia.
La ciudad se convirtió en una zona de guerra, autos y camiones incendiados bloqueando entradas y salidas de la ciudad, hombres armados en las calles e intensos tiroteos se vivieron desde las 3 de la tarde ese fatídico día.
Lo que parecía un día cualquiera en unas horas se convirtió en escenas de personas gritando y corriendo para resguardarse de las balas, la zona de Tres Ríos cerca de la famosa Plaza Forum fue el epicentro de múltiples balaceras y enfrentamientos entre delincuentes y elementos militares.
Todo el escenario de guerra se originó después de la localización de Ovidio Guzmán, uno de los hijos del capo Joaquín “El Chapo” Guzmán, quién al parecer quedó libre a solicitud del presidente, Andrés Manuel López Obrador. La decisión fue tomada, según el presidente, para evitar una masacre de civiles.
La operación provocó el caos en las calles y una fuga de presos de una cárcel. Los videos del Culiacanazo dieron vuelta al mundo y las redes sociales.
Los incidentes del Culiacanazo causaron 21 heridos por arma de fuego y un número indeterminado de fallecidos, entre los que no habría militares o efectivos de la Guardia Nacional, explicó el secretario estatal de Seguridad Pública, Cristóbal Castañeda, en un balance preliminar casi a medianoche del 17 de octubre de 2019. Además, 27 presos se fugaron del penal, agregó.
Después de horas de balaceras, de la aparición de vehículos incendiados en distintos lugares de la ciudad y del llamamiento a la calma del gobierno estatal, hombres armados continuaban circulando por las calles en plena noche y algunas vías seguían cortadas. No se apreciaba una presencia destacada de las fuerzas de seguridad.
Un mensaje en video de Alfonso Durazo, entonces secretario federal de Seguridad y Protección Ciudadana, no contribuyó a la tranquilidad. Aunque confirmó que las autoridades localizaron por la tarde a Ovidio Guzmán López durante un patrullaje de rutina, no dejó claro si el hijo de “El Chapo” llegó a ser detenido, si lo arrestaron y luego fue liberado por la intensidad de los enfrentamientos o si simplemente huyó.
Durazo explicó que 30 elementos de la Guardia Nacional y del ejército fueron agredidos desde una vivienda cuando realizaban un patrullaje, que los militares repelieron la agresión y tomaron control del domicilio y que fue entonces cuando localizaron en su interior a cuatro personas, una de ellas Guzmán López.
Sin embargo, agregó, grupos de delincuencia organizada rodearon el lugar “con una fuerza mayor” que la de los militares y sembraron el pánico en diversos puntos de la ciudad, por lo que el gobierno federal optó por detener el operativo.
“Con el propósito de salvaguardar el bien superior de la integridad y tranquilidad de la sociedad culiacanense los funcionarios del gabinete de seguridad acordamos suspender dichas acciones”, dijo.
Las balaceras en diversos puntos de Culiacán comenzaron tras las acciones de las fuerzas federales. En las redes sociales se difundieron videos en los que se veían camionetas con civiles armados y ametralladoras de gran calibre, vehículos quemados en algunas vías y en casetas de peaje en las afueras, una práctica que los grupos del crimen organizado suelen utilizar para impedir la movilidad de las autoridades.
En poco tiempo, la ciudad se paralizó: era imposible circular por las calles del centro y en un amplio perímetro alrededor de la Fiscalía General. Los disparos se escuchaban en los cuatro puntos cardinales de la ciudad mientras la policía cerraba las vías donde se reportaban tiroteos.
Tres años después del Culiacanazo el gobierno de López Obrador quedó marcado por dejarlo libre. Mientras que el nombre de Ovidio Guzmán sonó en corridos e historias que narran como dobló a un presidente.
