Este 18 de enero se cumplen cuatro años de la explosión de una fuga de combustible en Tlahuelilpan, Hidalgo, tragedia que dejó 137 personas muertas.
Jesús Contreras afirma que la muerte de sus dos hijos en la explosión “duele como si hubiera sido ayer”.
Con cuatro nietos a los cuales querer y mantener como si fuera sus padres el hombre de 52 años de edad denuncia escasez de trabajo y poca paga.
Dice que los apoyos gubernamentales resultaron insuficientes o inexistentes, pues los hicieron ir a múltiples reuniones en las que no se resolvieron los apoyos de becas o proyectos productivos para generar un sustento.
Jesús Contreras acusó también olvido y desolación de la zona cero de la tragedia.
El memorial que se prometió para recordar a las 137 víctimas se encuentra en total abandono, mientras que las cruces y capillas puestas por familiares de las víctimas han sido objeto de robo.
Asimismo Hidalgo continúa como el estado con mayor robo de combustible, con 5 mil 269 tomas clandestinas detectadas tan solo durante 2022.
Datos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) apuntan a que el robo de hidrocarburo en Hidalgo se concentra en 23 municipios, especialmente en Cuautepec.
Ajacuba, Tula, San Agustín Tlaxiaca, Atotonilco de Tula, Singuilucan, Atitalaquia, Tepeapulco y Tetepango son otros municipios con altos índices de tomas clandestinas.
Con información de Milenio y AM