Cuén sigue en el coqueteo, ahora con el PRI

Irene Medrano Villanueva

Nadie le cumple, y como mujer golpeada por el marido, ahora busca quien lo trate mejor.

La historia del flirteo del dirigente estatal del PAS inició en el 2020, buscaba alianza con Morena, iba y venía a México, esperando que le dieran luz verde desde las oficinas de Mario Delgado.

La alianza estaba atorada hasta que llegó el senador Rubén Rocha Moya, quien traía el apoyo de un buen número de morenistas, Héctor Melesio Cuén Ojeda ni tardo ni perezoso ofreció todo su apoyo, su estructura y trabajo a brazo partido para que Rocha ganara.

Que Cuén no se diga engañado, él conocía quién era Rocha, es decir, entre gitanos no se leen la mano, los dos son del mismo municipio, los dos fueron rectores, los dos se comían pero no se tragaban.

Caliente…caliente.- Así se inició el maridaje, entre ambos personajes, pero esa unión fue tan parecida como un matrimonio que no se lleva bien. Rocha al llegar al poder, cada vez que podía golpeaba a Cuén, y éste como la esposa sumisa, aguantaba, si estuviésemos hablando de un maridaje, diríamos que se ejercía violencia familiar.

El dirigente estatal del PAS buscó apoyo con el Secretario de Gobernación, Adán Augusto, le ofreció otra vez su estructura, su total apoyo, la corcholata anda en campaña, pero en un lejísimo tercer lugar, y quién no nos dice que puede ser rebasado por la derecha por Monreal.

Así que este flirteo no tiene esperanzas de que se lleve a cabo, por ello, Cuén ya anda en busca de un nuevo amor, ahora con el PRI y hace bien porque tanta persecución, tanta violencia por parte del gobernador, más vale que rompan ese maridaje que un día pensaron que iba a ser todo miel sobre hojuelas, porque ambos trabajaron para llegar al poder y llegando a la silla, pudo más el rencor y la ambición.

En este momento Cuén ya sostuvo reuniones con Alito Moreno del PRI y con el dirigente nacional del PRD y tenga la seguridad que estos partidos no le van a hacer el feo, porque ellos saben, como lo sabe Morena, que el PAS tiene estructura, tiene trabajo en Sinaloa y tiene un padrón de afiliados de más de 80 mil pasistas avalados por la institución electoral.

Así que sólo están afinando detalles, porque de que Cuén y sus seguidores le dicen bye bye a Morena es cuestión de días.