El ex procurador Jesús Murillo Karam salió ayer de la Torre Médica del penal de Tepepan, donde permaneció desde el pasado 30 de junio, para ser trasladado a su casa, luego de que el pasado viernes un juez de control del Reclusorio Sur le confirmó el beneficio de la prisión domiciliaria.
Poco después de las 11 de la mañana, un dispositivo de seguridad organizado por elementos de la Guardia Nacional (GN) llevó al ex funcionario a su domicilio en Lomas de Chapultepec, donde debía estar antes de las 15 horas de este sábado, de acuerdo con la instrucción del juez, quien fijó un plazo de 24 horas para que se cumpliera dicha medida cautelar.
Murillo Karam fue trasladado en una camioneta tipo Suburban de la GN con la matrícula 00001, la cual iba escoltada por otro vehículo del mencionado cuerpo de seguridad con placas 21670. Apenas salieron del centro carcelario ubicado en la alcaldía Xochimilco, ambos vehículos tomaron Periférico y circularon a toda velocidad; unos 25 minutos después llegaron a su destino.
Al llegar al inmueble, el portón se abrió para recibir con celeridad la camioneta donde iba Murillo; en el lugar pudieron escucharse gritos y expresiones de alegría de sus familiares. Iba vestido con una gorra color crema, chamarra café y un pantalón color claro.
Como se informó en este diario, un tribunal colegiado ya le había concedido el beneficio de la prisión domiciliaria, dentro del proceso penal que se inició en su contra por delitos de desaparición forzada, coalición de servidores públicos y tortura en agravio de Felipe Rodríguez Salgado, El Cepillo, integrante del grupo delictivo Guerreros Unidos, involucrado en el caso de la desaparición de los 43 estudiantes de la normal de Ayotzinapa.
El viernes, el juez de control Juan José Hernández Leyva, del Centro de Justicia Penal del Reclusorio Sur, confirmó la prisión domiciliaria al ex funcionario y ordenó que además de estar privado de la libertad en su casa (a menos que tenga un problema de salud grave que amerite su salida a un hospital), deberá tener vigilancia permanente de la GN o la Fiscalía General de la República en el perímetro y el acceso a su casa, para evitar alguna posible fuga.
Asimismo, determinó que se lleve a cabo un registro de las personas que lo visiten, evite comunicarse con las víctimas o testigos del caso por el cual se le juzga,; entregue su pasaporte y visa, y se emita una alerta por parte del Instituto Nacional de Migración para notificar que no puede salir del país.
Con información de La Jornada.