La noche del viernes se registró una explosión en un pozo de exploración de Petróleos Mexicanos (Pemex) ubicado en el ejido Rafael Pascacio Gamboa, en Reforma, Chiapas.
El incidente movilizó a personal de contraincendios, militares, policías de Chiapas y personal de seguridad física de Pemex, en un esfuerzo conjunto para controlar la situación.
El fuerte estallido, seguido de un incendio, provocó una rápida propagación de olores intensos y tóxicos que están afectando gravemente a la población local. Testigos presenciales relatan escenas de caos y desesperación, con varios residentes desmayándose y otros perdiendo la voz debido a la inhalación de los gases emanados.
“Sentimos una explosión muy fuerte y luego comenzó a oler muy mal. Mucha gente comenzó a marearse y algunos se desmayaron”, comentó un vecino del ejido, visiblemente afectado por la situación.
Otro residente expresó su preocupación y urgencia: “necesitamos ayuda inmediata. Los olores son insoportables y tememos por nuestra salud”, mientras se organizaba la evacuación de las zonas más afectadas.
Hasta el momento, las autoridades no han informado el número exacto de personas afectadas ni se ha confirmado si hay víctimas mortales.
La situación continúa desarrollándose, y los equipos de emergencia siguen trabajando para controlar el incendio y mitigar los efectos de los gases tóxicos.
La comunidad espera respuestas y asistencia inmediata para enfrentar las consecuencias de este trágico incidente. Pemex y las autoridades locales se encuentran en alerta máxima, buscando asegurar la salud y el bienestar de los residentes de Rafael Pascacio Gamboa y zonas aledañas.
Por Argenis Esquipulas