El presidente Andrés Manuel López Obrador aseveró que la reforma al Poder Judicial es para quitarle el poder tanto a la delincuencia de cuello blanco como organizada.
En la conferencia matutina de Palacio Nacional, López Obrador cuestionó si actualmente la delincuencia no controla ya al Poder Judicial.
“Lo único que se está planteando (en la iniciativa), es que lo elija el pueblo, al juez, al magistrado, al ministro. (Dicen): ‘Puede estar el Poder Judicial controlado, pueden manipular las elecciones y pueden los delincuentes tener control del Poder Judicial’. Yo digo ¿qué ahora no lo tienen? (la delincuencia al Poder Judicial)”, lanzó en el Salón Tesorería.
“Lo que queremos es quitarles a los delincuentes un poder que tiene que estar al servicio del pueblo, impartiendo justicia. ¿Qué no en muchos casos las resoluciones tienen que ver con los intereses de la delincuencia organizada y de la delincuencia de cuello blanco?”, argumentó.
EEl mandatario mexicano explicó que con su reforma no cualquier persona va a ser juez, magistrado o ministro, sino que tiene que ser abogados con experiencia.
“¿Por qué cualquier persona va a poder ser juez? No, si no es cualquier persona. Tiene que ser un abogado. Y le va a ayudar si además de la licenciatura tiene maestría y tiene doctorado”, apuntó.
El tabasqueño detalló que se debe “purificar la vida pública” por medio de la democracia y con la elección popular de integrantes del Poder Judicial.
López Obrador descartó esta semana ceder en su reforma para elegir por voto popular a jueces, magistrados y ministros, pese a que la mandataria electa, Claudia Sheinbaum, prometió una “consulta amplia”.
Otros temas que contempla la reforma, que López Obrador se dijo dispuesto a negociar, es la reducción de los ministros en la Suprema Corte, que pasarían de 11 a nueve, y el reemplazo del Consejo de la Judicatura Federal (CJF) con un Tribunal de Disciplina Judicial.
Esta es la iniciativa del Gobierno que mayor nerviosismo causa en los mercados, donde la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) cayó un 3.99 por ciento y el peso mexicano se depreció más del 8 % la semana pasada tras los resultados de las elecciones del 2 de junio.
Con información de López-Dóriga Digital