El recuento de los daños que ha dejado la sequía es algo urgente que deben hacer autoridades y comunidad científica para tener un inventario de todo lo que se ha perdido, desde las especies que habitan en las cuencas, así como considerar la vida útil de las presas de Sinaloa, las cuales en su mayoría son ya antiguas, consideró Humberto Gurrola.
El profesor e investigador de la Facultad de Biología de la Universidad Autónoma de Sinaloa, expresó que lo recién vivido por la sequía debe servir de experiencia para un futuro, recordando que el cambio climático está presente y cada vez se viven épocas más difíciles, donde la tendencia es aumento mismo de las temperaturas.
“No tenemos un inventario, no tenemos datos, aquí cabe la crítica tanto a la comunidad científica estudiosa de estos ecosistemas como a las propias autoridades de no haber generado información y que esta sequía extrema nos haya tomado desprevenidos y no tengamos un programa, un plan, un manejo un proyecto para darle cara a esta problemática que es la sequía con respecto a la pérdida de biodiversidad de especies acuáticas”, señaló.
En ese sentido, fue el llamado y la recomendación de hacer sinergia Gobierno y comunidad científica para que, en lo futuro, no se tengan este tipo de situaciones y poder dar respuesta a estos problemas naturales a consecuencia de la actividad humana.
“Aquí mi llamado a la autoridad federal y estatal a mejorar la administración del líquido, respetando el gasto ecológico de los cuerpos de agua que les permita gozar de salud, salvaguardar la calidad de las estructuras y que les permita el desarrollo de las funciones vitales de las especies que en él habitan, plantas y animales”, exhortó.
Otra cara que se pueda presentar contrario a la sequía, y que habría que contemplar, añadió, son las grandes avenidas de agua a futuro dado el contexto de cambio climático que se vive, una situación que pone a los embalses en riesgo dada su vida útil, al igual que pone en riesgo a la población y por con ello un posible impacto ambiental fuerte.
Señaló que, a nivel de paisaje, el cambio fue radical de tener un ambiente acuático lleno de vida a un ambiente árido sedimentico, donde predomina la escasez de agua, pérdida de agua que llevó a una desecación del 90 por ciento de las 14 mil 824 hectáreas que inundan las 11 presas del estado.
“Algo que me tiene preocupado es la extirpación de las especies; qué significa eso, la extinción local de una especie en un espacio. Un ejemplo, en Sinaloa se tiene una especie de medusa de agua dulce registrada por el doctor Marco Antonio Moreno León en las presas de Sinaloa, registrada en el 2010 0 2013; una especie nueva para México con registro solo en el estado, la cual es muy probable que, gracias a la sequía extrema, es muy factible que la especie haya desaparecido dado que su cuerpo es 90 por ciento agua”, citó.