Culiacán, Sinaloa (Café Negro Portal).- Transcurridas 48 horas desde que ocurrió la tragedia en el puente Jorge Almada, donde perdió la vida un niño de 10 años de edad, las autoridades no han repuesto el hueco por donde cayó al vacío el automóvil donde viajaba el menor y su madre.
El accidente ocurrido la noche del sábado atrajo a decenas de socorristas, rescatistas y policías tratando de poner a salvo a las víctimas del percance, pero no lo lograron al cien por ciento.
Sin embargo, lo que el gobierno, ya sea estatal o municipal, puede hacer es brindar al menos las medidas de protección en caso de ocurrir un hecho como el de antenoche
Hoy lunes pudo verificarse que, aún circulando autos y ciclistas por la zona de la tragedia, el riesgo sigue igual de latente que el mismo sábado.
La caída del automóvil donde viajaban el pequeño Max y su mamá, a reserva de ser confirmados por los peritajes oficiales, se derivó de un choque contra otro auto, cuyo conductor manejaba bajo los influjos del alcohol y a alta velocidad sobre el encarpetado del puente. Tras el choque, el vehículo de Max y su madre desafortunadamente desvió su trayectoria hacia donde estaba el hueco en la valla protectora del puente. Cayeron hacia el agua del río Culiacán, lo que posteriormente dificultó las labores de rescate de los socorristas ante la amenaza de un corto circuito.
Aunque el presunto responsable se presentó ante las autoridades, el saldo trágico es irreversible.
Lo que sí puede hacer la autoridad es es responsabilizarse de dotar de la protección debida a esta transitada vía y otras más que se encuentran en tal situación por toda la ciudad.