Ricardo Anaya, excandidato presidencial, expuso este jueves que Emilio Lozoya se ha quedado con los 6 millones de dólares que la empresa brasileña Odebrecht le pagó en sobornos, y que esta situación la ha permitido el presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Si Lozoya no repartió esos 6 millones de dólares entre legisladores, como alega, ¿dónde está todo ese dinero? Lozoya tiene esos 6 millones de dólares y López Obrador ya lo dejó quedárselos”, afirmó en su tercer video de la semana.
Lozoya declaró que los 6 millones que Odebrecht le entregó en sobornos los repartió entre diciembre de 2013 y septiembre de 2014, según los documentos de investigación que Anaya recibió.
Sin embargo, afirmó el panista, en los mismos documentos hay pruebas de que Lozoya se quedó con el dinero, el cual fue transferido a la empresa Zecapan por petición de Lozoya.
“Entonces efectivamente Lozoya recibió el dinero, aquí están los depósitos. El cuento de Lozoya y López Obrador es que sí lo recibió pero que el angelito no se lo quedó, sino que lo repartió casualmente entre los adversarios de López Obrador, ¿verdad? Y se supone que para diciembre de 2014 ya se lo había acabado. Vean lo que encontré en la carpeta: es mentira que para septiembre Lozoya ya hubiera repartido los 6 millones de dólares de sobornos”, destacó el panista.
El panista relata una complicada trama según la cual un antiguo socio de Lozoya se presentó “cuatro años después, en 2018”, diciendo que era el dueño de la empresa Zecapan y que el dinero era suyo. Este personaje, que aparece como socio de Lozoya desde 2012, declaró a su vez que los 6 millones de dólares se los había dado la señora Fabiola Tapia, residente en Hidalgo, a cambio de una “novedosa tecnología para asfaltado” que aún estaba en desarrollo. Pero, según documentos del propio expediente entregado a Anaya, la señora Tapia vivía en una sencilla casa en Tlamaco, Hidalgo, y además falleció en 2014 dejando un muy modesto patrimonio.
A pesar de la incongruencia entre las declaraciones y los hechos, argumenta Anaya, la FGR no investigó más y dio por buena la versión de Lozoya y de su socio.
“Es una mentira monumental. Pero eso a la Fiscalía no le importa. A la Fiscalía de López Obrador le conviene creerle a Lozoya y a su antiguo socio, y los está dejando quedarse con los 6 millones de dólares”, reitera Anaya.