Ciudad de México.-A poco más de dos años de su separación con Erik Rubín, Andrea Legarreta abrió su corazón y compartió momentos íntimos de la etapa más difícil que ha enfrentado en su vida personal. La conductora, reconocida por su imagen impecable frente a las cámaras, sorprendió al revelar que, pese a las apariencias, atravesó una profunda crisis emocional tras el fin de su matrimonio.
“No me sentía linda… En absoluto”, así comenzó Andrea al hablar con el escritor Johnny Abraham en el podcast Conquista tu mundo. La confesión causó sorpresa, especialmente por tratarse de una figura pública que siempre ha sido admirada por su carisma y presencia en televisión. “En la pantalla sales a sonreír cuando a veces no quieres y sales a ayudar quizás a una persona que no se siente bien y decir, ¿por qué yo le voy a pasar mis tristezas, a sumarle a sus tristezas tal vez? Porque a veces hasta te quieren y te hacen parte de ellos”, añadió.
Conteniendo las lágrimas, Andrea recordó que, pese a esta situación, tenía que mantener una imagen de fortaleza para los demás. “También tiene que ver hasta con actuar para que las cosas no estén tan mal. A veces tienes un dolor físico o tienes una tristeza profunda y tienes que salir a sonreír. Te maquillas, a veces, oh, me acuerdo que varios días en que me maquillaba y otra vez se me corría y otra vez y así”.
Respecto a la disolución de su compromiso con Rubín, tras una relación de más de 20 años en la que procrearon a sus dos hijas, Legarreta admitió que la ruptura impactó su autoestima. “Cuando pasó esta separación, pues claro, yo decía: ‘Dios, me estoy separando a los 50 años, ¿qué va a ser de mí?’. O sea, me sentía como destrozada como que quizás nadie más se iba a fijar en mí y cuesta, ¿eh? Cuesta”, aseveró.
La famosa, sin embargo, logró encontrar fuerza en el amor propio y retomó hábitos que la ayudaron a sanar. “Sí empecé a ocuparme, a dedicarme tiempo, a pensar en que el 50 es un número, no soy yo, yo soy mucho más que mi edad. Y regresé a hacer ejercicio, dejé de hacer ejercicio mucho tiempo, regresé a hacer ejercicio, son endorfinas, es real, es real que tenemos que hacer ejercicio, es real, te cambia todo”, puntualizó.
Poco a poco, Andrea comenzó a recuperar su seguridad y notó mejoría tanto en su interior como en su entorno. “De pronto, de la nada, te das cuenta que sí en verdad y de pronto empecé a ver que sí había otros ojos puestos en mí, que sí hay personas a las que les parezco linda y más allá de eso tiene que ver conmigo, no con ellos”, recalcó.
La presentadora concluyó con un mensaje de empoderamiento, demostrando que la superación de una ruptura es posible cuando se trabaja en el amor propio y se deja atrás el miedo a lo desconocido. Su testimonio ha conmovido a sus seguidores, quienes la han acompañado durante años y hoy celebran con ella su renacimiento personal.