Belinda obtiene medidas de protección contra Lupillo Rivera por revelaciones no consentidas en su libro y redes sociales

Belinda recibió medidas de protección por parte del Ministerio Público de México, luego de que Lupillo Rivera difundiera imágenes de backstage y contenidos personales de la artista en redes sociales y promociones sin su consentimiento explícito.

La resolución legal se emitió en la Ciudad de México a inicios de octubre de 2025, tras una denuncia formal presentada por la cantante, enmarcada en la Ley Olimpia contra la violencia digital y la Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de Particulares (2010).

La orden judicial establece que Lupillo Rivera deberá retirar de inmediato todo el material publicado en sus perfiles, abstenerse de realizar nuevas publicaciones o declaraciones ofensivas sobre Belinda, y mantener distancia física y comunicación cero con ella. Esta acción legal se enmarca en la legislación mexicana de protección a la intimidad, el honor y la imagen (artículos 16 y 1916 del Código Civil Federal), y busca prevenir actos de violencia mediática y digital contra figuras públicas, similar a precedentes como el caso de YosStop en 2021, donde se condenó la difusión de contenido íntimo.

La decisión del Ministerio Público se dio tras una serie de publicaciones realizadas por Lupillo Rivera en sus redes sociales, en las que compartió fotografías de su tiempo juntos en La Voz México y detalles íntimos de su supuesta relación pasada con Belinda sin autorización. Estas revelaciones se intensificaron con el lanzamiento de su libro autobiográfico Tragos Amargos (Penguin Random House, 16 de septiembre de 2025 en EE.UU.), donde el cantante expone que mantuvo una relación sentimental con la artista durante su participación conjunta en la primera temporada de La Voz México en 2016, que duró siete meses.

En el libro, Rivera asegura que Belinda le robó un beso mientras él aún mantenía una relación con otra mujer (Shirley Arroyo), y que posteriormente ambos habrían planeado tener hijos, incluso gemelas.

También relata anécdotas como Belinda preparándole desayuno en su casa (“Lo que él pida, yo personalmente se lo voy a traer”) y menciona el tatuaje del rostro de la cantante que se hizo en 2019 y cubrió años después por respeto a su entonces novia, Giselle Soto. Afirma que la relación terminó por una supuesta infidelidad de Belinda, al verla tomada de la mano de otro hombre en un vuelo a Miami.

Estas declaraciones, además de las imágenes difundidas, fueron consideradas por las autoridades como una violación a la privacidad y una forma de violencia simbólica y mediática, lo que motivó la emisión de medidas cautelares.

Un video filtrado el 9 de octubre, donde Belinda aparece visiblemente incómoda junto a Lupillo mientras tocan mariachis, ha reavivado el debate en redes sociales bajo hashtags como #TragosAmargosBelinda.
Belinda, quien regresó recientemente de la Semana de la Moda en París donde desfiló para L’Oréal Paris, fue abordada por la prensa en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México el 1 de octubre de 2025.

Ante los cuestionamientos sobre las declaraciones de Rivera, respondió con firmeza: “Estoy muy acostumbrada a que siempre usen mi nombre para decir cualquier tipo de cosas. No tengo nada que hablar al respecto. Yo no hablo de personas irrelevantes”. La artista también desestimó con una risa la mención a la infidelidad (“Ay, no, qué raro”), calificando las afirmaciones como absurdas y fuera de lugar, aunque nunca ha confirmado la relación públicamente.

Lupillo Rivera reaccionó el 6 de octubre en Ventaneando con sarcasmo: “Estoy con ella, no estoy a su altura, soy una persona irrelevante para ella. La verdad, no estoy a su grandeza y a su altura, mis respetos. Nunca he sido un artista grande como ella y soy un pequeño artista que apenas va empezando”.

El cantante ha defendido su derecho a contar su versión, pero expertos legales advierten que la libertad de expresión no ampara la difusión de datos privados sin consentimiento, especialmente en contextos de promoción editorial.

De incumplir las medidas impuestas por el Ministerio Público, Lupillo Rivera podría enfrentar sanciones penales por desacato, además de acciones civiles por daño moral.

En México, la difusión no autorizada de contenido íntimo puede ser sancionada con penas de hasta seis años de prisión bajo la Ley Olimpia, dependiendo de la gravedad y el impacto mediático del caso.

Además, el caso podría sentar un precedente en la protección de figuras públicas frente a la exposición no consentida de su vida privada, especialmente en contextos de promoción editorial o mediática.

El libro Tragos Amargos ha generado controversia por su enfoque en relaciones pasadas del cantante, incluyendo la de Belinda, y ya impulsa planes de una gira de autógrafos en noviembre. Aunque Rivera ha vendido bien en plataformas digitales, la polémica ha polarizado a fans en redes sociales, con debates sobre ética en autobiografías.

Este episodio reabre el debate sobre los límites éticos y legales de las autobiografías mediáticas, y sobre el papel de las autoridades en la protección de la intimidad en la era digital, donde la viralidad en redes amplifica el daño potencial.

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