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Café Amargo
Irene Medrano Villanueva
Se dice, se habla y se afirma que el reciente nombramiento del secretario técnico del Comité de Participación Ciudadana del Sistema Estatal y Municipal Anticorrupción del Estado de Sinaloa debe de repetirse porque no fue el resultado que esperaban y ahora están inconformes con la puntuación que los mismos integrantes emitieron. Por lo tanto, la pregunta es: ¿ingenuidad, desconocimiento o de plano berrinche? Y es no quedó a quien querían.
Ellas y ellos fueron los que evaluaron y al final emitieron un puntaje a favor de las candidatas más visibles: Rosa del Carmen Lizárraga y Annabel Quintero Molina, ganando la primera.
Ahora resulta que el malo de la película fue su presidente Fernando Ruiz Rangel por haber emitido un puntaje mayor del que esperaban a favor de Rosa del Carmen y con la puntuación de las otras evaluadoras la candidata llegó sin problemas a la titularidad de la Secretaría Ejecutiva.
Arriba preguntamos que las que la evaluaron: Lucía Mimiaga, Rosy Jacobo y Raquel Zapién fue por ingenuidad, o bien se confiaron, porque si ellas no querían a Rosa del Carmen, por qué emitieron si no excelente puntuación, sí muy buena.
Por ejemplo, en el congreso los diputados durante una votación, si están en veremos, no muy convencidos, anulan el voto, a sabiendas de que a final se va a la mayoría, por el contrario, si están seguros que no quieren a tal o cual personaje, votan en contra. Así las comisionadas, si no querían a Lizárraga, nomás no la dejen que ni siquiera pase de “panzazo” como en las escuelas.
Ahora, si ya sabían, como algunos lo afirman que Rangel, como diría López Obrador, forma parte de la mafia del poder, repito, evaluó muy bien a la ganadora, por lo tanto, en el pecado está la penitencia.
Rosa del Carmen Lizárraga, reconocida periodista y coordinadora de Comunicación Social cuando fue gobernador Juan Millán y quienes la conocen y cubrieron en esa época las actividades del mandatario estatal, hablan muy bien de su trabajo.
Aquí permítanme un paréntesis personal, yo en esa época trabajaba en Noroeste y Millán le tenía declarada la guerra a este medio, sin embargo, pese a que fue una época difícil para los reporteros, por ética profesional, nunca pisé las oficinas de prensa, además de que no conocía a la jefa de prensa, alguna vez que requerí un dato, vía telefónica amablemente me lo proporcionó, por lo que en lo personal le reconozco su profesionalismo en ese tenor.
Posteriormente Rosa del Carmen fue miembro y Coordinadora de la Comisión Estatal para el Acceso a la Información Pública (CEAIP), cuya misión principal es vigilar el cumplimiento de la ley General de Acceso a la Información.
Por su parte, Annabel Quintero Molina fue postulada por el observatorio del Sistema Nacional Anticorrupción, A.C, exaltando su vasto currículum, donde sobresale su experiencia es esquemas de fiscalización de recursos públicos.
Lo que no dice quien postula a la ingeniera y maestra en administración pública que ella fue la que auditó la obra pública del ex gobernador Mario López Valdez, cuyos resultados todo mundo conoce, que incluso, muchos columnistas y diputados lo han catalogado como el sexenio más corrupto de la historia de Sinaloa.
Quintero Molina se desempeñó en la Unidad de Transparencia y Rendición de Cuentas del gobierno del estado como directora de Auditorías de Obra Pública y fue removida de su cargo en el 2015, casi al finalizar el sexenio de Malova.
Es necesario acotar que el Consejo de Participación Ciudadana es una instancia de coordinación entre distintas autoridades federales y locales que busca combatir eficazmente a la corrupción, pero en Sinaloa poco o nada se sabe qué es lo que hacen sus integrantes, incluso, ni oficina tienen, lo que sí se sabe es que mensualmente ganan 60 mil pesos.
