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La inflación anual se moderó en enero pasado, pero el componente subyacente se aceleró a su mayor nivel en los últimos 20 años, lo que mantiene las presiones sobre los precios y la preocupación sobre la velocidad a la que se desacelerarán.
El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) creció 7.07 por ciento anual en el primer mes, tras registrar 7.36 por ciento en diciembre del 2021, según datos del INEGI.
En la variación mensual presentó un avance de 0.59 por ciento, la mayor cifra para un periodo similar en los últimos cinco años. En tanto, el índice subyacente subió 6.21 por ciento anual, la cifra más alta desde septiembre de 2001.
“La inflación sigue representando un problema que tiene que ser debidamente atendido por el Banco de México. Aunque el índice general bajó un poco en su comparativo anual, el índice subyacente siguió subiendo para ubicarse por arriba del 6 por ciento por primera vez desde el 2001, acelerando en sus dos principales componentes, mercancías y servicios”, aseguró Mario Correa, economista independiente.
Joan Domene, analista de Oxford Economics, indicó que si bien la inflación general muestra una tendencia decreciente, el único problema es el componente subyacente, que se ha acelerado desde hace meses.
Advirtió que aunque el índice general ya tocó un máximo, hay incertidumbre respecto a la velocidad a la que se va a desacelerar.
“La tendencia de alza en la inflación subyacente continúa siendo un elemento de preocupación, que respaldaría un incremento en la tasa de referencia por parte de Banco de México”, señaló Luis Adrián Muñiz, subdirector de análisis económico de Vector.
Dentro del índice subyacente, los precios de los servicios se aceleraron y se ubicaron en 4.35 por ciento a tasa anual, su mayor nivel desde hay cifras por el organismo, desde agosto del 2011.
En tanto, el alza en los precios de las mercancías fue de 7.86 por ciento a tasa anual, alcanzando por tercer meses consecutivo su mayor variación desde que hay datos por el instituto.
La balanza no subyacente se posicionó en 9.68 por ciento, lo que implicó una desaceleración respecto a diciembre.
Por su parte, los precios al productor también presentaron una desaceleración durante enero, luego de cinco meses consecutivos con incrementos; en su interior los mayores incrementos se dieron en las actividades primarias y en las secundarias.
El Índice Nacional de Precios Productor (INPP) se ubicó en 9.78 por ciento en su comparación anual durante el primer mes del año; el resultado se da luego de que en diciembre se ubicará en 10.32 por ciento.
Alza histórica en frutas
Los aumentos en los precios de las frutas pesaron como nunca en el bolsillo de los consumidores al escalar la cuesta de enero. El subíndice de frutas del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) avanzó 9.66 por ciento mensual en enero y dio un brinco de 32.82 por ciento en su comparación anual.
El encarecimiento anual es el más fuerte del que se tiene registro en el INPC para el subíndice de frutas, que comenzó a medirse a mediados de 2002. El dato mensual es el más alto en casi ocho años.
El limón fue, de nuevo, el producto que más presionó. Su variación anual en enero fue de 182.7 por ciento, que implicó un máximo de 11 años. También destacaron las alzas en el aguacate, de 61.78 por ciento anual y de 20.6 por ciento en la naranja.
Juan Carlos Anaya, director del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas explicó que los precios al consumidor siguen en las nubes, y es gracias a la alta demanda. Estimó que habrá que esperar hasta abril para ver un abaratamiento sustancial en tiendas.
(Con información de El Financiero)
