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La presidenta Claudia Sheinbaum oficializó el nombramiento del epidemiólogo Hugo López-Gatell Ramírez como enlace de México ante la Organización Mundial de la Salud (OMS), una designación que ha provocado reacciones encontradas en el entorno político y médico. Sheinbaum afirmó que este nombramiento no requiere aval del Senado, a pesar de que figuras como Gerardo Fernández Noroña, titular de la Mesa Directiva, declararon que no han recibido ninguna propuesta formal para su ratificación.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) es la agencia especializada en salud de la ONU, creada el 7 de abril de 1948, con la meta de garantizar el máximo nivel de bienestar para todas las poblaciones. Su sede se encuentra en Ginebra, Suiza, y está conformada por 194 Estados Miembros y 2 Miembros Asociados.
Entre sus responsabilidades más relevantes están:
* Coordinar respuestas globales ante crisis sanitarias
* Establecer normas internacionales en materia de salud
* Impulsar políticas sustentadas en evidencia científica
* Apoyar a naciones en desarrollo a fortalecer sus sistemas de salud
El organismo es liderado actualmente por el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, y su máximo órgano de decisión es la Asamblea Mundial de la Salud, que se reúne cada mes de mayo en Ginebra.
La 78.ª Asamblea Mundial de la Salud está programada del 19 al 27 de mayo de 2025, en Ginebra. Bajo el lema “Un mundo unido por la salud”, se abordarán temas críticos como el nuevo Acuerdo sobre Pandemias y la financiación sostenible del organismo.
Médico cirujano por la UNAM, con especialidad en Medicina Interna por el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, López-Gatell posee además una maestría en Ciencias Médicas y un doctorado en Epidemiología por la Universidad Johns Hopkins.
En el sector público, se desempeñó como subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud entre 2018 y 2023, y tuvo un rol clave durante la pandemia de influenza H1N1 en 2009. Además, ha sido investigador, docente y colaborador en organismos internacionales relacionados con la salud pública.
Su papel como vocero principal durante la emergencia por COVID-19 fue tan mediático como cuestionado. Una de sus frases más criticadas fue cuando señaló que el presidente López Obrador no era un factor de contagio porque su fuerza era moral, no epidémica.
Inicialmente se proyectaron entre 6 mil y 30 mil muertes por COVID-19; sin embargo, el exceso de mortalidad superó las 800 mil defunciones, según cifras de especialistas independientes. López-Gatell también fue acusado penalmente por familiares de fallecidos por presunta negligencia en el manejo de la crisis.
Mientras simpatizantes de la Cuarta Transformación celebran su designación como una oportunidad histórica para México, sectores de la oposición política y del gremio médico la califican de inaceptable. “Es una ofensa a la memoria de quienes murieron”, dijo el legislador Éctor Jaime Ramírez Barba.
Hasta ahora, ni la Secretaría de Relaciones Exteriores ni la propia OMS han confirmado oficialmente el cargo. El Senado sostiene que cualquier representación diplomática requiere su aprobación, lo que mantiene este anuncio en un limbo jurídico.
