Culiacán, Sinaloa.- Como universitario y como ex vicerector regional, el diputado Ambrocio Chávez Chávez invitó a las autoridades de la UAS a sentarse en una mesa de diálogo con el Congreso del Estado para consensuar una propuesta de Ley Orgánica que salga de la propia Comunidad Universitaria y que se pueda apoyar de manera consensuada en el Legislativo y acorde a los avances que ha habido a nivel nacional.
En entrevista radiofónica, el presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales y Gobernación del Congreso del Estado de Sinaloa, expuso que si bien todavía no hay una respuesta concreta al llamado al diálogo que le hizo el diputado Feliciano Castro Meléndrez (presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso) a las autoridades universitarias, sí hay posibilidades de iniciar el diálogo para llegar a una reforma.
Aclaró que el llamado del Congreso es porque es el Congreso quien finalmente va a resolver en materia de reformas, de acuerdo a la Constitución Política del Estado de Sinaloa.
Es decir, puntualizó, cualquier cambio, cualquier reforma que se haga, pasa por el Congreso, de tal manera que somos actores principales, somos una parte fundamental en el diálogo.
Aclaró que inicialmente las autoridades acusaron de injerencia al Congreso, pero aclaró que es la Comunidad Universitaria la que deberá decidir, mediante Consulta, qué reforma quiere para su Ley Orgánica.
El diputado Ambrocio Chávez recordó que el Congreso aprobó a nivel estatal la Ley de Educación Superior, la cual está armonizada con la Ley de Educación General que se aplica a nivel federal.
Sin embargo, explicó, las autoridades universitarias se ampararon contra algunos artículos de la ley estatal, a pesar de que ésta incluye acciones positivas, como renovar la currícula de las carreras universitarias, renovar la relación con los sectores productivos para formar mejores profesionistas para el mercado laboral, así como avanzar en los campos de la investigación y la cultura.
Pero también, observó, se incluyeron temas esenciales como la inclusión, que implica garantizar el acceso a la educación superior a todas las personas, sin importar si tienen dificultades para escuchar, para hablar, para caminar, etcétera.
También, dijo, se agrega la gratuidad gradual de la educación superior, y los conceptos de paridad y equidad, con los que se garantiza igual participación a hombres y mujeres en los órganos de cogobierno de la UAS, como son los Consejos Técnicos y Consejo Universitario.
A ello le sumó otros dos aspectos que consideró fundamentales, como son la democracia interna y la transparencia en el manejo de recursos públicos.