Las protestas contra las redadas migratorias del presidente Donald Trump se extendieron en Estados Unidos este miércoles a pesar del despliegue de la Guardia Nacional y los Marines en Los Ángeles.
En Los Ángeles, donde comenzaron los disturbios la semana pasada, este miércoles impera la calma en las calles del centro de la ciudad.
“Diría que, en general, todo está en orden aquí en la Zona Cero”, declaró a la AFP la manifestante Lynn Sturgis, una maestra jubilada de 66 años.
“Nuestra ciudad no está en llamas, no se está quemando, como nuestro terrible líder intenta decirles”, añadió en referencia al presidente Trump.
“Si nuestras tropas no entraran en Los Ángeles, ahora mismo estaría ardiendo”, dijo Trump en las redes sociales el miércoles. Añadió que sus habitantes tuvieron “mucha suerte”.
En el resto figuran 700 Marines en activo, algunos de los cuales reciben entrenamiento para lidiar con disturbios civiles, añadió.
Las protestas estallaron debido a la dureza de las redadas contra los migrantes que se encuentran ilegalmente en el país. Los agentes los detienen en la calle, escuelas, lugares de trabajo o cuando comparecen en los tribunales, denuncian abogados y organizaciones de defensa de los derechos civiles.
La mayoría de las manifestaciones han sido pacíficas, pero hubo episodios violentos como la quema de taxis y el lanzamiento de piedras a la policía. Las autoridades respondieron con gases lacrimógenos y armas no letales.