Ismael “El Mayo” Zambada, uno de los narcotraficantes más notorios y perseguidos del planeta, no será sentenciado a la pena de muerte en Estados Unidos. La Fiscalía Federal del Distrito Este de Nueva York decidió no requerir la condena capital en su contra, en medio de un procedimiento legal que continúa en curso y que podría concluir con una sentencia de prisión de por vida.
Zambada, de 77 años, permanece recluido en el Metropolitan Detention Center de Brooklyn desde su detención el 25 de julio de 2024, cuando fue trasladado en un jet privado desde una pista clandestina en México hacia un aeropuerto en El Paso, Texas. Su captura, según su equipo defensor, fue consecuencia de una traición encabezada por Joaquín Guzmán López, hijo de “El Chapo”, quien lo habría engañado para acudir a un encuentro y posteriormente lo entregó a las autoridades estadounidenses.
El Mayo enfrenta 17 acusaciones federales, entre ellas tráfico internacional de estupefacientes (cocaína, marihuana, metanfetamina, heroína y fentanilo), lavado de activos, posesión de armamento, asesinato, participación en organización delictiva y conspiración para ejecutar homicidios en el extranjero. En su primera comparecencia, llevada a cabo en septiembre de 2024, se declaró inocente.
El juez Brian Cogan, el mismo que dictó sentencia a Joaquín “El Chapo” Guzmán, ha concedido plazos adicionales para que la defensa y la fiscalía exploren un posible convenio que evite un juicio prolongado y la eventual imposición de la pena máxima. La próxima audiencia está prevista para el 25 de agosto de 2025.
Aunque la resolución de no buscar la pena de muerte ha sido interpretada como parte de una negociación, el Departamento de Justicia no ha confirmado si Zambada está colaborando con las autoridades. Su abogado, Frank Pérez, ha rechazado cualquier tipo de cooperación, aunque enfrenta un conflicto de interés por representar también a su hijo Vicente Zambada Niebla, “El Vicentillo”, quien sí es testigo protegido del gobierno estadounidense.
Ismael Zambada García nació el 1 de enero de 1948 en El Álamo, Sinaloa. Comenzó su historial criminal en la década de los setenta en el Cártel de Guadalajara, y posteriormente colaboró con el Cártel de Juárez antes de cofundar el Cártel de Sinaloa junto a Joaquín “El Chapo” Guzmán y Juan José “El Azul” Esparragoza.
A diferencia de otros líderes del narco, Zambada mantuvo una presencia discreta, operando desde la sierra de Sinaloa y evitando la atención mediática. Su capacidad para negociar, su red de resguardo en áreas rurales y su enfoque estratégico lo convirtieron en el cerebro operativo del cártel más influyente del planeta. Bajo su dirección, el Cártel de Sinaloa empleó túneles, aeronaves, submarinos y trenes para transportar drogas hacia territorio estadounidense.
Zambada tiene al menos ocho hijos: cuatro mujeres y cuatro varones. Su esposa, Rosario Niebla Cardoza, y otras cinco mujeres han sido señaladas por lavado de activos. Entre sus hijos sobresalen:
* Vicente Zambada Niebla, “El Vicentillo”, testigo protegido en EE.UU.
* Ismael Zambada Imperial, “El Mayito Gordo”, detenido en Culiacán.
* Serafín Zambada Ortiz, arrestado en Arizona.
* Ismael Zambada Sicairos, “El Mayito Flaco”, actualmente prófugo.
En una entrevista con Julio Scherer en 2010, Zambada reconoció: “Tengo a mi esposa, cinco mujeres, quince nietos y un bisnieto. Ellas, las seis, están aquí, en los ranchos, son hijas del monte como yo”.
Las circunstancias que rodearon su detención continúan siendo motivo de polémica. Mientras el gobierno mexicano sostiene que se trató de una operación no autorizada, Zambada afirma que fue secuestrado por Los Chapitos y entregado a las autoridades estadounidenses.