Gracias a su capacidad olfativa, los perros pueden detectar diversas enfermedades en humanos, por lo que en México ya se entrena a canes para descubrir casos de COVID-19.
Investigadores del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) en Mérida trabajan en este proyecto en conjunto con el centro de entrenamiento canino Obi-K19 de Hermosillo y la Universidad de Sonora.
Los perros entrenados hasta ahora tienen 80 por ciento de eficacia en la detección de casos de COVID-19.
El diagnóstico se logra gracias a que cuando las personas enferman, segregan a través de la respiración y el sudor compuestos que son detectables para los canes.
Víctor Vidal Martínez, investigador del Cinvestav Mérida, señaló que para adiestrar a los perros primero fue necesario identificar los compuestos orgánicos volátiles que se generan tras contraer COVID-19.
Esto ocurrió tras la toma de al menos mil muestras de sudor y saliva, tanto de personas sanas como de pacientes de coronavirus.
Las muestras fueron analizadas en un cromatógrafo de gases en el que se detectó los iones presentes y arrojó los compuestos.
Posteriormente se reprodujeron esos compuestos en pseudoaromas, mismos que son utilizados en caninos para la búsqueda de drogas o bombas, entre otros.
Los dos primeros perros entrenados detectaron muestras positivas de COVID-19 en más del 80 por ciento de los casos, un nivel suficientemente alto que se puede comparar con las pruebas de antígeno.
El estudio del Cinvestav Mérida continuará hasta febrero de 2022 para posteriormente pasar a la etapa de entrenamiento de binomios caninos en diversas dependencias del país.
Juan Manuel Mancilla Tapia, director del centro de biodetección Obi-K19 de Hermosillo, adelantó que el objetivo es entrenar a perros de la Marina y la Sedena para su despliegue en puertos y aeropuertos de México.
También se espera que operen en maquiladoras y parques recreativos.
Con información de Milenio