La Comisión de Protección Civil del Congreso del Estado de Sinaloa exhortó a alcaldes y presidentas municipales a tener sus respectivos Atlas de Riesgos para prevenir posibles inundaciones en la temporada de lluvias y ciclones del presente año.
La presidenta de esta Comisión, María Aurelia Leal López, expuso que únicamente los municipios de Guasave y Mazatlán cuentan con su Atlas de Riesgos, por lo que exhortó a alcaldesas y presidentes de los municipios restantes a que tengan esta herramienta lo más pronto posible.
Para el gobernador y para el presidente de México, agregó, son necesarios los Atlas de Riesgo porque les permiten tener una idea de lo que sucede en Sinaloa.
Participaron también en la reunión el diputado Gene René Bojórquez Ruiz y las diputadas Cecilia Covarrubias González y Rita Fierro Reyes, secretario y vocales, respectivamente.
En la reunión el diputado secretario dio lectura al documento “Análisis de la Temporada de Lluvias y Ciclones Tropicales 2022”, en el que hacen el compromiso, como representantes populares, a “estar muy vigilantes y participativos”.
Esta participación es “con los presupuestos y apoyos emergente que hagan falta, así como esquemas funcionales de coordinación entre las diversas entidades y organismos que participan”.
Se indica que la temporada de lluvias y ciclones tropicales 2022 inició el pasado domingo 15 de mayo y termina a finales de noviembre de este mismo año.
En el mismo documento se resalta que las lluvias atípicas se están presentando con mayor frecuencia y han afectado enormemente a Mazatlán, Culiacán, Guasave, Ahome y otros municipios, resultan a veces más perjudiciales que los ciclones mismos.
“Por ello es muy importante, un imperativo de carácter obligatorio, que cada municipio de la entidad cuente con un Atlas de Riesgo actualizado”, se puntualiza en el documento leído.
Los Atlas de Riesgo, se precisa, son documentos que marcan las zonas con mayor y menor riesgo ante vientos e inundaciones, los tipos de vivienda, datos de tipo demográfico con los segmentos de población vulnerable; áreas susceptibles a corrientes fuertes de aire y agua, estado que guarda el equipamiento urbano y la capacidad de respuesta que tienen las autoridades de cada lugar, entre otros factores y parámetros de suma utilidad para efectos de prevención y para realizar operativos emergentes de auxilio.