Culiacán, Sinaloa (Café Negro Portal). – El sufrimiento de Hugo Báez terminó el sábado 29 de marzo de 2025.
Durante 11 años, el hombre cargó con el peso insoportable de la ausencia, con la herida abierta que nunca cicatrizó.
La noticia de su muerte trascendió en redes sociales: finalmente, podría reunirse con Anel, su hija asesinada de forma brutal por quien alguna vez llamó “mejor amiga”.
En 2014, Anel Báez fue apuñalada 65 veces por Erandy, su confidente, su cómplice de risas y secretos.
La traición fue atroz. La violencia, impensable.
La frialdad con la que Erandy planeó y ejecutó el crimen estremeció a todo Guamúchil y al mundo.
Las redes sociales revelaron mensajes previos que parecían advertencias veladas, presagios de un horror que nadie quiso ver a tiempo.
Hugo, el padre de Anel, enfrentó no solo la tragedia de perder a su hija, sino también la impunidad disfrazada de justicia.
La asesina fue condenada a siete años, pero su pena se redujo y, tras tres años de reclusión, recuperó su libertad.
“Yo me quedo con mi ángel, ellos que se queden con su hija”, dijo Hugo en una entrevista a Café Negro Portal en 2014, frase que no solo reflejaba su dolor como el padre de una víctima, sino también el dolor de los padres de un victimario.
Los años que siguieron fueron un calvario.
Hugo Báez sobrevivió a la sombra de la injusticia, al eco constante de un nombre que ya no podía pronunciar sin quebrarse.
Quienes lo conocieron dicen que nunca volvió a ser el mismo.
Que su mirada se perdió el día que vio el cuerpo de su hija y que su espíritu se desmoronó cuando la asesina salió de prisión.
No hubo consuelo, solo una vida menguante.
Este sábado, su cuerpo cedió ante la pancreatitis que lo consumió poco a poco.
Sus conocidos aseguran que Hugo nunca temió a la muerte.
Quizá porque sabía que, al final del camino lo esperaba su ángel.
Ahora, por fin, Hugo y Anel están juntos.
Solo queda esperar que en ese otro lugar, donde la justicia no se mide en días de cárcel ni en resoluciones judiciales, el reencuentro traiga la paz que en vida les fue negada.