Felicia Garza confirmó el deceso de su hija Dulce María Bojalil a los 53 años, tras luchar desde hace tiempo contra la esclerosis múltiple que le fue diagnosticada.
En entrevista telefónica para Sale el Sol, Garza reveló algunos detalles de la muerte de su descendiente y pidió total discreción y comprensión para el momento que atraviesa su familia.
“Estamos ya ahorita en la parte de las exequias, vamos a ir a velarla, pero claro, en la intimidad, que es lo que me pidió su familia, o sea, mis nietas y su esposo, además ellos están realmente en duelo, muy tristes, porque fue una enfermedad que consumió a toda la familia”, explicó la artista.
Al borde del llanto, Felicia explicó: “Fueron varios años, fue minando. Claro, había esperanzas, porque siempre hay esperanzas, siempre hay una luz de esperanza y esperábamos que recobrara su salud, mejorarse, pero se fue paulatinamente, hasta que llegó un momento en que era prácticamente un muerto en vida, porque es lo triste, tú lo ves, se estaba yendo”.
La cantante y autora de 82 años, confesó que su tristeza más grande en este instante es que nunca imaginó vivir el proceso de despedir a un hijo.
“Es el amor que le tengo y siempre la voy a tener en mi corazón y es donde siempre va a estar, aunque pasen los años, y lo único que siento es la tristeza es que de verdad yo hubiera esperado irme antes que ella […] porque uno espera siempre irse antes y ver a tus hijos crecer y desarrollarse y dejar adelante la vida de uno a través de ellos”, externó.
Finalmente, Felicia reveló los designios de Dulce, quien, de acuerdo con su relato, se encontraba sufriendo en los últimos momentos de vida pese a estar sedada.
“Ella lo que quería es que no estuviéramos triste, pero eso es casi imposible ante la pérdida de alguien que amas, pero claro, dentro de todo dejó de sufrir y sabíamos que en el fondo era necesario que dejara de sufrir. Yo lo único que pedía a Dios es que ya no sufra más… ¡ya no!, ¡ya no!”, dijo llorando.