La colaboración artística entre Francisco Céspedes y Susana Zabaleta, que durante años fue símbolo de conexión escénica y proyectos memorables, ha terminado en una confrontación pública marcada por acusaciones fuertes, declaraciones intensas y un comunicado que ha sacudido al ámbito artístico.
El problema surgió tras una presentación en Oaxaca, donde Zabaleta afirmó que Céspedes le hizo un comentario sexual inapropiado con el micrófono abierto. “Frente a todo el mundo me dijo: ‘No te muevas así que se me para la ver…’”, relató la cantante en entrevista. “Eso fue lo que dijo. Para él, a lo mejor, es su forma de hablar, pero no para mí”. El episodio, según Zabaleta, fue escuchado por los asistentes y por su entonces pareja, el comediante Ricardo Pérez, quien estuvo a punto de enfrentarse físicamente con Céspedes.
Zabaleta también acusó que Céspedes difundió la falsa versión de que ella había tenido cáncer, algo que describió como “una vendetta” y “una falta de respeto”. “Lo que no sabe es que yo soy mexicana y él es cubano, y el que está fuera de su país es él, y el que está fuera de orden”, expresó visiblemente enfadada.
En respuesta, Francisco Céspedes compartió un extenso mensaje en redes sociales, en el que mezcla reclamos personales, reflexiones profundas y una férrea defensa de su posición. “¿De qué se trata?”, inicia el texto, cuestionando el origen del conflicto. “Cuando buscas el porqué y no encuentras causa alguna, cuando el pasado te dice todo lo contrario… si cuando te visitó la enfermedad te llamé todos los días preocupado por ti… y hasta fingiste llorar de emoción, algo que ahora veo claramente”.
En su declaración, Céspedes sugiere que Zabaleta está atravesando un momento emocionalmente inestable:
“Mi conclusión es que debes estar enferma, muy enferma, con mucha rabia con la vida, tu pasado, no sé”.
También indica que sus hijos le recomendaron no responder, pero que él decidió no quedarse en silencio:
“Me han aconsejado hasta mis hijos: ‘por favor no contestes a sus insultos y no hagas caso a alguien que busca atención sin dudas’. Pero yo no soy mis hijos, que han sido criados por su madre y por mí para que sean mejores que nosotros”.
Uno de los fragmentos más contundentes se refiere a la carrera artística de Zabaleta:
“Si me lo hubieras pedido, una canción habría compuesto para ti… pero escogiste el camino más fácil, cantar éxitos de otras y otros realmente artistas… y mientras buscabas más alto en estas y/o estos, más caricatura te volvías”.
Céspedes también cuestiona el uso del discurso de equidad de género por parte de Zabaleta:
“Cuando utilizaste la igualdad de género dentro de tu ignorancia para congraciarte con el público y sin convicción alguna… lo sentí miserable de tu parte”.
Pero el mensaje va más allá de las críticas profesionales. Céspedes lanza una advertencia simbólica que ha causado preocupación entre algunos de sus seguidores:
“Siento compasión por ti, no siento odio… pero ojo, esa es mi parte buena, la otra pide destrucción… no física, no es amenaza de muerte en lo absoluto… pero hay destrucciones que duelen mucho más… hasta tu nombre puede ser borrado de la historia pasada y presente de la humildad”.
En otra parte, el intérprete señala que Zabaleta manipula a personas cercanas:
“Además estás empujando hacia las fauces del león a alguien que es mucho más joven que tú, que no se da cuenta de tu engaño, como lo estás utilizando, pobre joven… pero yo no lo soy”.
Y sobre sus principios, Céspedes se defiende con firmeza:
“Esto lo iniciaste tú. Yo no hablo mal de las personas, no son mis principios ni mi moral, no es mi estilo”.
El comunicado concluye con una mezcla de sarcasmo y compasión.