La periodista María Scherer detalló que durante su encuentro con Ismail Zambada, cofundador del Cártel de Sinaloa, le dio la impresión de que no es un hombre que busca confrontar, sino que arregla sus problemas mediante el consenso.
En entrevista con Joaquín López-Dóriga para su espacio en Radio Fórmula, Scherer Ibarra dio detalles de su reunión con Zambada García a mediados del año pasado, el cual se encuentra en la crónica que realizó para la revista Proceso y que salió a la luz esta semana.
“Me reuní con él porque quiso verme, si yo hubiera tenido la iniciativa lo más probable es que hubiera fracasado. Fue un encuentro insólito”, dijo.
“Algo que no sabía yo sobre Ismael Zambada y que tengo muy claro es que es un narco pero hecho a lo priista, que es extraño, porque los priistas no son de confrontarse, son más de consenso, de acuerdo, y este personaje se encumbró en esta época dorada del priismo”, señaló.
“Yo creo que ese es su carácter: no confrontarse ni con las autoridades, ni con sus rivales, es un hombre que tiende más a arreglar los problemas de otra manera, pero cuando no hay otro camino, el narco no deja de ser el narco”, indicó.
Scherer se reunió con el Mayo Zambada en la primera semana de julio de 2024 en algún sitio de Sinaloa, tal y como lo hizo su padre Julio Scherer en su mítica entrevista de 2010.
“(Zambada) buscó al director de Proceso a través de la misma persona que hace 14 años fue a solicitarle a mi papá que se vieran, por eso pudo ir. Una vez que estuvimos frente a frente, se me salían las preguntas de la boca, tenía demasiado que preguntarle pero él también me preguntaba muchísimo”, dijo.
“Me preguntaba sobre mi padre, lo que ocurría alrededor de él y sobre mi familia. Pienso que ellos dos se habían quedado de reunirse en una segunda ocasión, pasó el tiempo y supongo que por limitaciones de seguridad no pudo volverse a encontrar con mi padre. Creo que se quedó con algo, y reunirse conmigo fue la forma que encontró para buscar algunas respuestas”, expresó.
“Yo esperaba ver a un hombre 15 años después pero al hombre que conocimos en esa foto con mi padre en la portada de Proceso: un hombre fornido, alto, con su cachucha, un bigote espeso. Me imaginé a ese personaje con canas, con arrugas profundas, pero a ese mismo personaje. Su rostro era el mismo, no es una persona que dejas de reconocer, pero estaba muy delgado, yo creo que mucho menos alto de lo que lo había imaginado, no sé si por el paso del tiempo o porque tuvo problemas en una pierna”, resaltó.
“No era una mansión o casa lujosa, nada de eso. No era algo improvisado, era algo más permanente. La comida era muy buena, comida sencilla: caldo de pollo tortillas hechas a mano. El pollo era orgánico, de los pollos que se encuentran en un rancho. Comimos unos huevos con machaca, y era algo fuera de lo común, me decían que las reses pastaban en libertad, carne de primera, pero no vi las reses, las gallinas”, puntualizó.
Scherer Ibarra apuntó que el cofundador del Cártel de Sinaloa evadía los cuestionamientos sobre su actividad criminal.
“Evade sobre todo, es muy evasivo, pero te diría que como que manifiesta que está dedicado a otra actividad”, expuso.
Él dice ‘tengo empresa, ranchos’, como si fuera un ganadero o agricultor, como si se hubiera dedicado al tráfico hace mucho tiempo, y que en esta época estuviera solo concentrado en estos otros negocios pero que sabemos son producto del narcotráfico”, enfatizó.
Afirmó que quedaron de verse en una segunda ocasión, pero que esto no pudo ser debido a que dos semanas después fue secuestrado y llevado por la fuerza a un aeropuerto de Nuevo México, en EE.UU., donde fue detenido.
“Habíamos quedado de vernos una segunda ocasión, evidentemente muy rápido quedó claro que no iba a suceder, porque fue llevado por la fuerza a Nuevo México y ahora está en Nueva York. Quería ver qué pasaba después, no aventar el texto sin entender lo que había ocurrido cabalmente (con su secuestro)”, afirmó.
“Y después decidimos esperar a una coyuntura periodística adecuada para darle más fuerza al texto, lo cual ocurrió con la audiencia en Nueva York”, explicó.
(Con información de López-Dóriga Digital)