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Culiacán, Sinaloa (Café Negro Portal). – El sol apenas comenzaba a calentar las calles de la ciudad cuando Gerardo Vargas Landeros, el exalcalde desaforado de Ahome, llegó a la Sede de Justicia Penal Acusatoria y Oral zona centro.
Eran las 8:30 de la mañana y, con una camisa blanca impecable y un saco café, su presencia no pasó desapercibida.
Flanqueado por su equipo más cercano y acompañado por siete abogados, Vargas Landeros entró al recinto judicial con paso firme y poca conversación.
“Me siento muy bien”, dijo escuetamente a los periodistas que lo esperaban. Sus palabras, como sus gestos, reflejaban confianza.
La audiencia, relacionada con los delitos de Abuso de Poder y Delitos Cometidos por Servidores Públicos, derivados del controvertido arrendamiento de patrullas por un monto superior a los 170 millones de pesos durante su gestión en Ahome, prometía ser un capítulo clave en su proceso legal.
Pero Vargas Landeros, conocido por su estilo mesurado, dejó claro desde el inicio que su estrategia sería la paciencia.
“Lo que digan los señores jueces, lo que diga la ley”, respondió cuando le preguntaron qué resultado esperaba. No hubo grandes declaraciones ni gestos teatrales, solo una frase que parecía resumir su postura: “Nací preparado”.
La defensa del exedil no se presentó sola. Un equipo de siete abogados, cada uno con experiencia reconocida en litigio penal, ingresó junto a él a la sala.
Los nombres de los litigantes son bien conocidos en el ámbito jurídico: Luis Fernando Ibarra, Rafael Trejo Soto, Luis Antonio Sánchez, Alejandro Hernández López, Graciela Quintero, Juan Guillermo Vázquez y Antonio Quintero Melchor.
Todos ellos forman parte de una estrategia legal sólida, diseñada para enfrentar uno de los casos más mediáticos de los últimos meses en Sinaloa.
Antes de iniciar formalmente la audiencia, el juez concedió un receso de 15 minutos para permitir que los nuevos integrantes del equipo legal se incorporaran plenamente al caso.
A pesar de la magnitud de los cargos en su contra, Vargas Landeros proyectó tranquilidad.
Durante su breve interacción con la prensa, destacó que se siente respaldado por la comunidad, un apoyo que, según él, valora más que cualquier otra cosa.
“Siento el respaldo de la gente, y eso es lo más valioso”, afirmó.
Sus palabras, aunque breves, parecían dirigidas tanto a quienes lo cuestionan como a quienes lo apoyan: no está dispuesto a rendirse.
El caso que enfrenta no es menor. El arrendamiento de patrullas por un monto millonario ha generado polémica desde que salió a la luz, con críticas que van desde la falta de transparencia hasta posibles irregularidades administrativas.
Sin embargo, Vargas Landeros parece decidido a dejar que la justicia haga su curso.
Su actitud, más allá de ser una estrategia de comunicación, refleja una convicción personal: confiar en el sistema, incluso cuando este lo tiene en el banquillo de los acusados.
