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Luego de que se especulara que Lupillo Rivera no podía ingresar a México por una denuncia interpuesta por Belinda, el cantante reapareció en una conferencia de prensa en territorio azteca para presentar su libro Tragos amargos. El encuentro con medios no solo confirmó su presencia en el país, sino que también abrió espacio para una serie de confesiones íntimas sobre su familia y los episodios más dolorosos que ha enfrentado.
La denuncia de Belinda, relacionada con presunta violencia digital y mediática, surgió tras la publicación de la obra, donde Lupillo narra aspectos de su aparente relación sentimental con la cantante. Aunque el caso generó controversia, Rivera se mostró firme y enfocado en compartir su historia personal, dejando claro que su intención no es atacar, sino sanar.
Uno de los capítulos más emotivos del libro se titula El hombre que más amé, dedicado a su padre. Lupillo compartió que la relación entre ambos se fracturó tras un conflicto familiar que lo obligó a testificar en favor de sus sobrinos. “Me duele mucho no poder tener una relación como antes. Como lo fue antes, ¿no? Poder que me llame hijo… Es triste no poder simplemente llamar y preguntar que sí, cómo saco la cosa. Y todo ha sucedido por el simple hecho de lo mismo que él me enseñó. De que siempre teníamos que proteger a la familia”, dijo a punto de romper en llanto.
El cantante explicó que su decisión de apoyar a sus sobrinos en un proceso legal fue lo que marcó el distanciamiento con su padre. “Si me hubiera sucedido a mí y mi hermana estuviera aquí, mi hermana hubiera hecho lo mismo, porque es lo que nos enseñaron.” A pesar de los rumores sobre una posible disputa por el catálogo musical familiar, Lupillo fue claro: “Nunca por dinero ni por propiedades… Yo no vengo a corregir a mi padre, yo vengo a honrar a mi padre y a mi madre.”
Otro de los pasajes más crudos del libro relata el caso de Trino, acusado de abusar de las hijas de Jenni Rivera y de Rosie Rivera. Lupillo confesó que en su momento sintió una profunda sed de justicia. “Sí quise tomar venganza. Varias veces se pudo haber hecho, pero varias veces me detuvieron. No es nada de que estoy orgulloso, pero son cosas que uno… como persona tiene que hacer, porque son las mujeres, tiene uno que proteger a las sobrinas, tiene uno que proteger a las hermanas.”
El cantante reveló que incluso ofreció una recompensa de 50 mil dólares para dar con el paradero de Trino antes de que se entregara a las autoridades. Y que cuando se encontraba capturado, pensó ir cometer una acción más delicada, pero Jenni lo detuvo: “Me dijo: ‘No quiero que vuelvas porque va a pasar algo. Yo te conozco. Sé tú modo de mirar el mundo, sé tu mirada, la conozco.’ Nada más la abracé y le dije: ‘Ok’ y me fui.”
Tragos amargos no solo es una recopilación de vivencias amorosas, como lo fue su presunto vínculo sentimental con Belinda, sino también un testimonio de lealtad, dolor y protección familiar. Lupillo se mostró vulnerable, pero firme en sus convicciones, y dejó claro que su historia está marcada por decisiones difíciles que, aunque le han costado relaciones, responden a los valores que le inculcaron desde niño.
