Lupillo Rivera vivió un momento clave en su carrera al presentar su libro autobiográfico Tragos amargos en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, uno de los eventos literarios más relevantes de Latinoamérica. El cantante llegó a la FIL respaldado por una multitud de seguidores y un ambiente de expectación, pues el libro ha sido motivo de conversación desde que comenzaron a filtrarse detalles sobre las revelaciones que contiene. La presentación no solo consolidó su incursión en el mundo editorial, sino que también abrió la puerta a cuestionamientos sobre las polémicas que han surgido a partir de su publicación.
Al finalizar el evento, Lupillo respondió a las críticas de quienes lo acusan de haber contado demasiado sobre su vida personal y sobre figuras públicas con las que ha tenido relación. El cantante se mostró firme y sin intención de disculparse por el contenido del libro. “Mucha gente critica por qué conté de más, pero es que, si no las cuento, esa sería la pregunta: ¿por qué no contaste? Todo lo que se ha dicho en el libro es la pura verdad”, afirmó. Para él, la honestidad absoluta era necesaria para construir una obra auténtica y coherente con su estilo directo.
Rivera también reconoció que revelar ciertos pasajes de su vida traerá consecuencias y reacciones adversas, pero aseguró estar preparado. “A veces la verdad incomoda, entonces hay que aguantarlos”, dijo, dejando claro que no piensa retractarse ni modificar versiones. Su postura frontal ha sido una constante durante la promoción del libro y, según él, la transparencia era indispensable incluso si eso implicaba incomodar a algunos.
Uno de los temas inevitables fue la reciente denuncia pública que interpuso Belinda en su contra por presunta violencia digital, luego de que se dieran a conocer fragmentos del libro que la involucran. Sin embargo, Lupillo fue categórico al afirmar que legalmente no ha recibido ninguna notificación. “Sabíamos que venían reclamos, sabíamos. Tú sabes que cuando mueves a alguien de su confort, ahí es donde vienen los problemas. Ahorita todavía no hemos recibido nada, pero todo va en puerta como debe de ser”, comentó, minimizando el impacto inmediato del conflicto y sugiriendo que, de presentarse un proceso legal, está listo para enfrentarlo.
Además de las polémicas mediáticas, Lupillo compartió un aspecto profundamente personal: la pérdida irreversible de su oído, resultado de un problema de salud que ha tratado durante años. El cantante explicó que, pese a haber probado distintos tratamientos, llegó a un punto de aceptación. “Nos hemos tratado de todo, pero ya ahorita mejor aceptar y seguir adelante”, señaló con serenidad, mostrando una faceta vulnerable que contrasta con su imagen pública de fortaleza.
En medio de estas revelaciones, otro tema que generó interés fue el rumor de que él y su actual pareja, Taina Pimentel, se realizaron tatuajes juntos, reviviendo la viejas polémica sobre su diseño del rostro de Belinda en el brazo. Lupillo aclaró que las imágenes que circulan en redes no son reales. “Eso es inteligencia artificial. La gente lo hace ahí y yo lo miré y se me hizo curioso, dije: ‘Mira nomás lo que están haciendo’. Pero pues funcionó”, explicó, descartando cualquier posibilidad de repetir antiguos episodios de tinta sentimental.
Con Tragos amargos, Lupillo Rivera no solo expone capítulos íntimos de su vida personal y profesional, sino que también confirma su intención de narrar su historia sin filtros. Su presencia en la FIL Guadalajara marca un punto de inflexión en su trayectoria, combinando la música, la controversia y ahora la literatura en un mismo escenario donde la sinceridad, según él, es el único camino posible.
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