Culiacán, Sinaloa (Café Negro Portal). – Entre lágrimas de alivio y un abrazo interminable, Josefina Grajeda recibió esta madrugada a su hijo Javier Maximiliano, el estudiante de la UAS que permaneció desaparecido por alrededor de 15 angustiantes días.
Con la voz entrecortada, Josefina revivió el momento en que escuchó nuevamente la voz del joven afuera de su domicilio.
“‘Mamá, mamá, soy Javier, mamá’. Me levanté en friega porque estaba sentada haciendo oración, y mi hijo me dijo ‘no salgas’ mamá, espérate cinco minutos. Se los dejo a su imaginación el cómo lo vi”, relató.
Desde la desaparición de Maximiliano, Josefina cambió su lugar para dormir, ubicándose cerca de la ventana principal para estar alerta al momento del ansiado regreso.
Al reencontrarse, lo abrazó con fuerza y le aseguró que lo amaba y que no estaba solo.
Sin embargo, notó de inmediato un daño emocional en el joven recién liberado: “No es mi Javier de hace 15 días atrás”, confesó.
Durante los días de búsqueda, la madre enfrentó una pesadilla adicional: llamadas de extorsión y amenazas de supuestos captores exigiendo un rescate.
Además, denunció la falta de acción de la Fiscalía estatal, calificando sus esfuerzos como un “circo”.
“La Fiscalía hizo una carpeta de investigación que la pude haber hecho yo”, criticó.
Agradecida con las mujeres de colectivos que la acompañaron incansablemente, Josefina, quien lleva 33 años trabajando en la Secretaría de Salud, lanzó un consejo a otras familias con seres queridos desaparecidos: “Haz lo que tengas que hacer, pero que te escuchen”.
Hoy, con su hijo nuevamente en casa, este mensaje resuena con más fuerza que nunca.