Irene Medrano Villanueva
La mayoría de los “protegidos” del gobernador Rocha Moya para competir en el próximo proceso electoral llegan con el morral vacío, pocos o casi nadie sabe qué es ensuciarse los zapatos, mucho menos conocen los barrios, las colonias, las rancherías, porque nunca los han transitado, mucho menos han ido en busca del voto popular.
La dupla que integran Enrique Inzunza e Imelda Castro como candidatos al Senado de la República, tendrá la bendición del tercer piso, pero no de los sinaloenses, porque no los conocen.
Por ejemplo el todavía secretario de Gobierno, siempre ha estado atrás de un escritorio, nunca se ha rozado con el pueblo, mucho menos ha transitado por las veredas polvosas de Sinaloa, por lo tanto, ni él conoce el sentir de los sinaloenses, ni los sinaloenses saben cómo es, al contrario, lo van a considerar el “perfumado”, como bautizaban a muchos políticos del otrora invencible PRI.
Si la memoria no nos traiciona, Imelda Castro solamente una vez ha sido candidata del PRD a la presidencia municipal de Culiacán en el 2016 y pasó sin pena ni gloria, sus votos fueron escasos.
Imelda siempre ha llegado al poder por la vía plurinominal, salvo cuando llegó al senado, pero fue por obra y gracia de Rocha Moya y del fenómeno Morena. Sin embargo, hay que reconocerle que es una gran parlamentaria… pero cuando era oposición.
Otro ejemplo es la secretaria de Educación, Graciela Domínguez Nava, quien ha llegado a ser diputada local por dos veces, pero plurinominal, nunca ha ido a ponerse a las órdenes del pueblo, no ha hecho una sola campaña, sólo la buena suerte la ha acompañado.
Se registró por el quinto distrito electoral, ubicado en el norte de Culiacán, la gran mayoría politizada, por lo que será una labor titánica la que tendrá que hacer para convencer a la ciudadanía.
En ese distrito, fue coincidencia o mala leche, pero también se registró la diputada Victoria Sánchez, mamá de la presidenta estatal de Morena, Merary Villegas, quien ha ganado dos veces, la diputación local.
Decimos mala leche, porque en la legislatura pasada cuando Graciela Domínguez Nava era la presidenta de la Junta de Coordinación Política y Victoria Sánchez, miembro de la bancada Morena, siempre estuvieron de pique y más cuando llegaron las definiciones para elegir al candidato de Morena a la gubernatura de Sinaloa.
Por un lado, el grupo de Graciela Domínguez era afín al senador Rubén Rocha Moya y el grupo de la diputada Victoria Sánchez le apostó al entonces súper delegado Jaime Montes Salas, lo que afectó seriamente el trabajo de la Legislatura pasada.
Ante este hecho, no sabemos a qué le apuesta la diputada Victoria Sánchez, si bien es cierto que tiene más acercamiento con la gente, que es más conocida en las colonias, que sabe caminar por terracería, mientras Graciela Domínguez no tiene estos atributos, pero sí le aventaja, porque ha sido tocada por la mano de quien ocupa el tercer piso.