Culiacán, Sinaloa.- A principios de diciembre pasado llegó al Congreso del Estado de Sinaloa una perrita social y amigable, transmitiendo amor y felicidad a trabajadores y visitantes que disfrutan de su agradable compañía. La hermosa y simpática perrita fue bautizada como “Pandora”.
Es parte de la familia legislativa donde se le quiere y se le protege. Hace equipo con el personal de seguridad y cuando realiza rondines porta chaleco táctico negro y radio comunicador de su compañero de turno.
Nadie sabe con certeza su origen, pero al verla deambular sola por el Palacio Legislativo se le dio comida, agua y otros cuidados que la hicieron sentirse en casa.
Probablemente la historia de Pandora comenzó en el Parlamento sinaloense cuando, según versiones del personal, fue abandonada en sus instalaciones por un grupo de manifestantes el 6 de diciembre de 2022.
Sin tener a donde ir se refugió en sus pasillos y jardines, donde encontró el cariño de quienes la han conocido.
Por su carácter noble es empática con la gente y siempre anda buscando a los trabajadores y visitantes del Congreso del Estado porque le encanta recibir caricias y apapachos.
Le fascina que le den masaje en su cabeza, eso sin duda la hace feliz. Le encanta también dar vueltas en el piso, ocasionando arrancar una sonrisa a propios y extraños cuando la voltean a ver.
Contenta y emocionada menea la cola para ir al encuentro de quienes la llaman por su nombre:
– ¡Pandora! ¡Pandora!
Sin embargo, llegando la noche se transforma tomando muy en serio su papel, convirtiéndose en una eficiente perra guardiana que cuida el territorio de su nuevo hogar.
Siempre acompaña al personal de seguridad en los rondines de vigilancia por todas las instalaciones del Congreso del Estado de Sinaloa.
Por las noches Pandora, con la agudeza de sus sentidos, cuida su entorno territorial y resguarda las instalaciones haciendo recorridos con el personal de seguridad.
Pandora es un animal que aprende con facilidad y muestra diariamente su capacidad para trabajar en protección porque ante ruidos extraños alerta al personal de seguridad.
Pandora porta un chaleco táctico negro simbólico que la identifica como parte del equipo de seguridad en su calidad de perra guardiana.
Por instinto, atenta a los ruidos, cuando está en alerta pone sus orejas hacia arriba con el cuerpo erguido y sus patas bien posicionadas, el hocico cerrado y su mirada pendiente de su entorno.
No es temerosa, por el contrario, es una perra con intuición segura de sí misma.
Al percatarse de algo extraño se coloca al frente con valentía y toma la iniciativa de ir adelante para inspeccionar e investigar con el personal de seguridad la naturaleza del ruido o situaciones que la alertan. Muchas veces son gatos, gallos o gallinas que también habitan el Palacio Legislativo.
Pandora se identifica con el uniforme del personal de seguridad estatal o el cuerpo de seguridad del Congreso y ya es considerada parte del equipo.
La perrita es garantía y facilita el trabajo de seguridad pues tiene sus sentidos más agudos que un ser humano.
Goza de un fino olfato, un amplio espectro auditivo y una mirada que puede detectar olores, ruidos, el movimiento y la luz a grandes distancias, lo que activa a los guardias que le tienen cariño y confianza.
Ella da el respaldo de cuidar al personal que la cobija, es una perra agradecida que ya tomó al Congreso como su hogar.
Lógicamente se siente resguardada y en familia con el personal de seguridad.
El adiestrador canino Miguel Arredondo, policía estatal de la Unidad Canina adscrito al Palacio Legislativo, comentó que después de cada rondín se le refuerza de forma positiva con caricias o palmadas de agradecimiento.
“Ella siempre está atenta para cualquier acontecimiento y como perra guardiana o mascota nunca nos abandona”, dijo.
Una compañera que hace eficientes rondines y labores de vigilancia con la placa que la identifica con su nombre grabado, mismo que cuelga del collar que porta orgullosa. Esa placa dorada dice: “Pandora, H. Congreso del Estado”.
Según la mitología griega, Pandora fue la primera mujer, dotada de todas las gracias y talentos por los dioses. Al fondo de la mitológica caja de Pandora, donde estaban todos los males que se esparcieron por la Tierra, estaba la Esperanza.
Pandora se ha ganado el corazón de todos quienes la hemos conocido porque es una perrita inspiradora que seguramente representa lo que quedó en el fondo de ese mítico recipiente: la Esperanza.