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Samuel Sánchez
Culiacán, Sinaloa (Café Negro Portal).- Con olor a humo y llanta quemada amaneció Culiacán este 06 de enero, que para muchas personas de otras partes del país es Día de Reyes, mientras que para los sinaloenses significa el recuento de los daños tras el operativo por la captura de Ovidio Guzmán.
Tras permanecer más de 24 horas refugiados en casa, esta mañana los culiacanenses aún con temor decidieron salir de para retomar sus vidas.
Subieron a su unidad, bajaron los vidrios polarizados tal como instruyó el secretario de Seguridad Pública de Sinaloa, Cristóbal Castañeda Camarillo, e iniciaron el trayecto.
Los pobladores del norte de la ciudad al pasar por el bulevar Mario López Valdez, en las inmediaciones de la Plaza Carolina se toparon con los vestigios de la guerra que se desató entre miembros del Cartel de Sinaloa y autoridades federales.
Camiones y tráilers totalmente quemados es el panorama. Aún sale humo y persisten el fuego que prendió la delincuencia.
Personal de Obras Públicas del Gobierno del Estado y del Ayuntamiento de Culiacán realiza maniobras en la zona. Con apoyo de retroexcavora retiran las unidades para permitir la circulación de vehículos.
Justo en la gasolinera que se encuentra frente a Espacios Barcelona sobre la carretera México 15 se encuentra un grupo de personas, se trata de trabajadores de la Fiscalía General del Estado que al igual que cientos de personas, hoy no pudieron llegar a sus trabajos por los bloqueos.
La trabajadora, quien pidió mantener en anonimato su identidad contó que salió de su casa alrededor de las 7:00 horas para trasladarse a su trabajo en Guamúchil pero al tener bloqueadas las vialidades no logró trasladarse.
“Seguimos aquí porque seguimos averiguando. Un compañero llegó desde la caseta y lo regresó la Guardia Nacional, tomó otra salida alterna y había aún grupos armados que le dijeron que ni pasara porque no podía pasar por los caminos en El Tamarindo”, contó.
Uno de los trabajadores de una plaza comercial que se encuentra en la zona, quien hacía las labores de limpieza, expresó que afortunadamente no se registraron destrozos en el lugar. En su caso particular, narró que en su domicilio que se encuentra en la comunidad de El Limon de Los Ramos, se vivió un escenario de guerra y temía salir de su domicilio pero afortunadamente logró llegar con bien a su trabajo.
Al dar las 8:00 horas de este viernes, los culiacanenses arribaron a los pocos supermercados y tiendas de autoservicios que se encontraban abiertas. En Ley Humaya se observaron largas filas de personas que esperaban pagar decenas de artículos que llevaban en los carritos, “pareciera que estamos en guerra”, dijo con tono irónico una señora que se encontraba en una caja de este establecimiento.
La señora María contó que con todo y la angustia de toparse con personas armadas en las calles decidió acudir al supermercado pues en casa no había nada de alimentos ni otros artículos de primera necesidad.
“Andamos aquí con miedo oiga, salimos a lo necesario nada más, me vine a comprar mucha comida, mi hermana está haciendo cola. Hay mucha gente en el super”, contó.
En la entrada, el guardia de seguridad en tono de broma pero con cierto miedo decía que estaba preparado para enfrentar a “los malos” en caso que quisieran robar la tienda, tal como sucedió ayer durante las rapiñas.
En la parada de autobús que se encuentra justo a las afueras de este supermercado dialogamos con la señora Olga, quien compartió que tenía varias horas esperando un camión para trasladarse a su natal Badiraguato para despedirse de su papá, quien falleció ayer pero por la situación de los operativos no pudo movilizarse hacia este municipio.
En el sector norte de la ciudad la mayoría de los Oxxos permanecían cerrados a temprana hora de la mañana. En uno de estos establecimientos ubicados por el bulevar Conquistadores sí se observó luz pero al intentar ingresar notamos que la presencia de los trabajadores era para evaluar los daños luego de que el establecimiento fue rafagueado.
Con el paso de las horas las actividades económicas en Culiacán poco a poco se fueron restableciendo. Al existir mayor circulación de personas en las calles los empresarios optaron por abrir sus negocios, aunque otros desafortunadamente no pudieron hacerlo por daños en sus establecimientos.
