Pasos en la azotea

Irene Medrano Villanueva

Se dice que el hilo se rompe por lo más delgado, y eso es lo que se espera que pase en el Congreso del Estado, donde desde hace tiempo el ambiente está tenso, como nunca en las mismas fracciones parlamentarias, los diputados se cuidan unos a otros, no hay confianza, aunque las inconformidades están soterradas y pueden brotar de un momento a otro.

Las envidias y las traiciones saltan como chapulines, algunos legisladores se sienten inconformes con sus líderes, pero donde más se siente la inconformidad es en el grupo parlamentario de Morena, donde mastican, pero no tragan al diputado Feliciano Castro, a quien acusan que desde hace mucho tiempo perdió el piso.

La inconformidad se ha dejado sentir a últimas fechas, aunque desde que inició esta Legislatura, algunos diputados no lo aceptaban, en las curules se decía que quien debería de ser su líder era el diputado Ambrocio Chávez, incluso, se notaba la antipatía que sentía Castro Meléndez contra el guamuchilense, un maestro reconocido y cercano al actual gobernador.

Los legisladores apuntan que hay celos enfermizos del líder de la fracción parlamentaria de Morena porque siente que el guamuchilense le está robando los amores de Rocha Moya.

Incluso aseguran que la antipatía se ha acentuado en los últimos días cuando Ambrocio Chávez fue nombrado por el mismo gobernador representante de la “corcholata”, Adán Augusto para que lo represente en Sinaloa en su campaña a la presidencia de la República.

Por el lado del PRI, el ambiente está casi igual, o peor, algunos diputados se sienten defraudados de su dirigente, Ricardo Madrid, de quien se dice, ha hecho muy buena dupla con Feliciano Castro, inclusive, algunos morenistas se sienten desplazados por el priista, quien no da un paso si Feliciano no se lo autoriza.

En este grupo, la mayoría batea a favor del grupo mayoritario, es decir, todavía suspiran por lo que ya no es; quisieran tener la sartén por el mango, su ADN está en Morena.

CALIENTE…CALIENTE.- Aseguran que la Mesa Directiva y la Junta de Coordinación Política está en manos del “grupito” de Castro Meléndrez, lo que les permite hacer y deshacer, sin que nadie les ponga un alto y como ejemplo citan el robo, como dicen unos, extravíos como dicen otros, de cheques en el área de recursos humanos y que fueron cobrados.

En el Congreso este es un tema que a diario se comenta en las oficinas, en los pasillos, y una gran mayoría asegura que Castro Meléndrez está protegiendo a uno de los suyos, que fue el verdadero ladrón de los ya famosos cheques.

OTRO SORBO… Por el lado de la fracción del PAS también hay rebelión, pues se sienten defraudados de su coordinadora Alba Virgen, incluso, la desconocen como su interlocutora, ya que aseguran que sin tener la representación, quien hace el trabajo es el diputado Gene René Bojórquez, el que saca la cara por Cuén Ojeda y su partido.

La situación política en el Congreso estatal, está peor que en la Legislatura pasada, cuando un grupito de morenistas estuvo a punto de hacer caer a Graciela Domínguez como coordinadora de los morenistas, el poder se lo disputaba la diputada Cecilia Covarrubias.

En noviembre del 2019, firmaron 14 diputados que pedían su destitución, aunque después cuatro de ellos se retractaron.

Finalmente Graciela le ganó la careada a la todavía diputada (reelecta) de Los Mochis.

Fueron días tensos, donde la inconformidad principal, eso decían los que estaban en su contra, que Graciela sólo representaba a un pequeño grupo, lo mismo que se le acusa al actuar coordinador de los morenistas, aunque Feliciano Castro tiene más fierros en la lumbre.