Un grupo de manifestantes quemó el Palacio de Gobierno de Apatzingán, en protesta por los asesinatos del presidente municipal de Uruapan, Carlos Manzo, y el líder limonero, Bernardo Bravo.
Los manifestantes se concentraron en la plaza principal del municipio y gritaban consignas en contra del gobierno y las autoridades estatales.
En un momento, algunas personas empezaron a lanzar piedras contra las ventanas del palacio de gobierno y luego un grupo abrió la puerta entre patadas y empujones, rompieron mobiliario y prendieron fuego al lugar.
Una de las consignas es pedir la renuncia de la alcaldesa, Fanny Arreola Pichardo.
Al final, también rompieron los adornos por el Día de Muertos y los quemaron junto con la ofrenda. La policía no estuvo presente.
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