Cafe Negro Portal Las Noticias de Sinaloa y el Mundo
Con profunda admiración y respeto, Roberto Gómez Fernández compartió una emotiva anécdota sobre su relación con su padre, el legendario comediante y productor Roberto Gómez Bolaños, mejor conocido como “Chespirito”.
En sus palabras, el creador televisivo destacó no solo la grandeza profesional del hombre que le dio la vida, sino también la conexión personal que mantenían, marcada por una forma particular de llamarse entre ellos.
“¿Sabes cómo le decía yo? Señor Bolaños, porque la gente cuando se le acercaba siempre le decía: ‘Señor Bolaños’. Yo le decía: ‘Pero tú no eres señor Bolaños, eres señor Gómez. Gómez Bolaños’. Y entonces él me decía: ‘Señor Fernández’, que es mi segundo apellido”, recordó con humor y ternura.
Más allá del cariño familiar, Roberto contó en entrevista para el programa ¡Siéntese quien pueda!, la disciplina, talento y perfeccionismo que caracterizaban a su progenitor dentro del mundo del entretenimiento.
“No he visto yo el tamaño de persona trabajando en esta industria como mi padre. No nomás por los resultados, sino en todo el proceso”, expresó, reconociendo su legado más allá del éxito popular.
También habló del cuidado con el que se diseñaban los espacios dentro de los programas, haciendo énfasis en la atención al detalle.
“El diseño de los sets, en donde la altura de la ventana no es casualidad, es por algo en particular. La topografía del set…”, explicó, subrayando que cada elemento estaba pensado para aportar algo al contenido.
Uno de los aspectos que más lo impresionaba era el nivel de preparación que exigía Gómez Bolaños, incluso en tiempos donde eso no era común.
“Y en los ensayos, en el que se ensayara y se ensayara y se ensayara. De memoria, cuando en esas épocas nadie hacía nada de memoria, era solamente con el apuntador”, dijo, marcando la exigencia de Chespirito.
Finalmente, Gómez Fernández resaltó el ambiente que el comediante creaba con sus compañeros, un entorno de cariño y dedicación que dejó huella en todos los que lo rodeaban. “Generaba un ambiente fantástico, y la neta lo amaban, lo amaban porque sí era muy padre trabajar con él”, concluyó con emoción.
