Irene Medrano Villanueva
La Auditoría Superior del Estado está llevando a cabo una Auditoría al Ayuntamiento de Ahome para revisar la cuenta pública del ejercicio fiscal 2022 de Gerardo Vargas Landeros.
Caber recordar que el ejercicio fiscal del 2021 fue reprobado por la ASE, aunque Vargas Landeros tomó las riendas en octubre, es decir, fueron sólo tres meses de su administración que no pasaron la prueba.
Ahora la moneda está en el aire, no sabemos cómo transitará la revisión, si la truenan porque hay malos manejos, si la rechazan por cuestiones políticas, o sale avante porque manejó bien las finanzas y no hay culebras en el agua.
Lo ponemos en ese contexto, porque desde que llegaron a las alcaldías los presidentes municipales de los tres municipios más grandes de Sinaloa, siempre se rumoró, se comentó y se dijo que tanto el Químico Benítez de Mazatlán, Estrada Ferreiro de Culiacán y Vargas Landeros de Ahome, no eran aceptados por el gobernador. Ya cayeron dos.
A Estrada Ferreiro de todas las formas le buscaron para defenestrarlo: juicio político, acusaciones de malos manejos, etc, etc, y que ahora por todos los medios busca defenderse para no caer en la cárcel, y eso que siempre presumió de tener conexiones en las altas esferas del poder y que finalmente de nada le sirvieron.
La historia del Químico Benítez es similar a la de Estrada Ferreiro, las mismas acusaciones y al igual que el alcalde de Culiacán, se jactaba de sus relaciones con el propio presidente López Obrador, ahora está en el banquillo de los acusados.
En el caso de Vargas Landeros, si bien es cierto que siempre está a “lo que diga señor gobernador”, en los pasillos donde se mueve la política se asegura que es el más débil de los tres, ya que no tiene las relaciones en el gobierno federal, pero si en lo local y que esto en lugar de beneficiarlo lo perjudicarán.
Vargas Landeros está cerca de Francisco Labastida Ochoa y Mario López Valdez, ambos, lo apoyaban para que fuera candidato a la gubernatura, su amistad sigue perene.
Se asegura y ya lo había declarado en su momento Tatiana Clouthier que los exgobernadores de Sinaloa, Francisco Labastida y Mario López Valdez (Malova), participan en el proyecto de la planta de fertilizantes que construirá Gas y Petroquímica de Occidente (GPO) en el municipio de Topolobampo. Todo iba viento en popa, pero de unos meses para acá, este proyecto está detenido.
Algo pasó, incluso, Labastida Ochoa empezó a golpear a López Obrador, en junio pasado, con Carmen Aristegui cuestionó las venidas del presidente a Badiraguato, al advertir que no era lógico que AMLO visitara tantas veces esta tierra cuando no tiene ni cinco mil habitantes.
Incluso dijo que hay indicios que apuntan a una protección que es muy sospechosa del gobierno sobre el narcotráfico. Igualmente cuestionó cómo llegó a la gubernatura el actual gobernador.
En enero pasado Labastida Ochoa, junto con otros connotados personajes presentaron el proyecto Punto de Partida durante su presentación en el Encuentro: Colectivo por México, con el que buscan ser oposición al actual gobierno federal.
Las apuestas inician: ¿saldrá bien librado Vargas Landeros de esta Auditoría?