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Woodstock, Vermont fue el lugar donde Tom Cruise (63) y Ana de Armas (37) decidieron dejar atrás las especulaciones y mostrarse como pareja.
Las imágenes difundidas por medios como TMZ y HOLR Magazine los captaron tomados de la mano, sonrientes y relajados, durante una escapada romántica que incluyó paseos por el parque, compras locales y una parada por helado A B.
Esta demostración pública de cariño representa un giro en la historia que los ha acompañado desde febrero, cuando comenzaron a ser vistos juntos en Londres durante una cena de San Valentín.
Desde su primera aparición en conjunto en Londres, los actores han sido captados en varias ocasiones: cenas íntimas, paseos en helicóptero, eventos como la celebración del cumpleaños de David Beckham, y recientemente, una travesía en velero por Menorca.
Aunque al principio se hablaba de una colaboración laboral —ambos participan en el thriller sobrenatural Deeper, dirigido por Doug Liman— la frecuencia y el tono de sus encuentros han alimentado las sospechas hasta llegar a esta confirmación visual en Vermont.
Ana de Armas ha mantenido una vida amorosa discreta pero conocida. Estuvo casada con el actor español Marc Clotet (2011–2013), y después tuvo relaciones con Alejandro Piñeiro Bello, Ben Affleck (2020–2021), Paul Boukadakis (2021–2024) y Manuel Anido Cuesta, hijastro del presidente cubano. Ninguna de estas relaciones superó los tres años, y no tiene descendencia.
Tom Cruise, por su parte, ha estado casado tres veces: con Mimi Rogers (1987–1990), Nicole Kidman (1990–2001) —con quien adoptó a Bella y Connor— y Katie Holmes (2006–2012), madre de su hija biológica Suri.
Su historial sentimental incluye también a Penélope Cruz y Hayley Atwell. Desde su divorcio con Holmes, ha mantenido su vida amorosa con mucha discreción.
Cruise no es solo una estrella del cine: es una institución. Su influencia en Hollywood va más allá de la taquilla —con más de 13 mil millones de dólares recaudados a nivel mundial— y abarca decisiones estratégicas como retrasar el estreno de Top Gun: Maverick para preservar la experiencia en salas.
Su compromiso con realizar sus propias escenas de acción, su control creativo como productor y su defensa del cine tradicional lo han convertido en un referente de longevidad y poder dentro de la industria.
En entrevistas recientes, Ana de Armas ha expresado su deseo de formar una familia “pronto, si es posible”. Aunque admite que “el amor es impredecible”, sus palabras se han interpretado como una señal de que esta relación podría ir más allá del romance.
Cruise, por su parte, ha tenido una relación distante con su hija Suri, lo que ha generado especulaciones sobre su interés en reconstruir su experiencia como padre.
La relación entre Cruise y de Armas no solo une a dos generaciones de actores, sino que podría redefinir el concepto de pareja poderosa en Hollywood.
Ella, una estrella en ascenso con raíces latinas y una carrera internacional; él, un ícono consolidado que sigue desafiando los límites del cine. Juntos podrían formar una dupla que combine carisma, legado y renovación.
