A lo largo de la historia, la ciencia ha demostrado los múltiples beneficios que una copa de vino puede tener en la vida y cada vez se van sumando más descubrimientos científicos sobre los beneficios de las vides y sus deliciosos frutos.
Por ejemplo, industrias como la cosmética han encontrado en la piel de las uvas un potente compuesto para retrasar el envejecimiento, el resveratrol, que además se asocia a la longevidad. Y en años recientes, estudios de la Universidad de Barcelona descubrieron que los flavonoides ayudan a reducir los efectos de los rayos ultravioleta en la piel.
La lista de beneficios del vino es inmensa y va desde mejorar la salud cardiaca por ser rico en vitamina E, hasta reducir el riesgo de enfermedades de las vías urinarias por sus propiedades antioxidantes y astringentes.
Además de ayudar a reducir el colesterol, por ser alto en polifenoles, que en palabras de doctores de la Clínica Mayo, ayudan a cuidar los vasos sanguíneos y evitan la formación de coágulos.
A la lista de investigaciones en torno al vino, este año se suma un estudio que apoya la hipótesis de un efecto protector de los compuestos del vino en contra del virus Sars-Cov2.
El estudio titulado El ácido tánico suprime el SARS-CoV-2 como un inhibidor dual de la proteasa principal viral y la proteasa celular TMPRSS2, publicado por el biólogo molecular Mien-Chie Hung, argumenta que:
“In vitro, el ácido tánico presente en las uvas y también en el vino, inhibe dos enzimas clave del coronavirus, que al entrar en contacto, este último ya no puede penetrar en las células humanas”.
“De todos los compuestos de la naturaleza que hemos probamos en el laboratorio, el ácido tánico ha sido el más efectivo”, señaló Mien-Chie Hung, también presidente y profesor del Departamento de Oncología Molecular y Celular del Centro Oncológico MD Anderson de la Universidad de Texas, quien además recordó los excelentes resultados obtenidos con tratamientos experimentales con ácido tánico en 2003 durante la pandemia del SARS.
Este estudio científico sigue en proceso y es uno de los más entusiastas en la lucha contra la enfermedad del Covid-19. Pero mientras se esperan resultados tangibles del estudio, qué mejor que una copa de vino tinto y que sea mexicano, pero si no sabes cuál es el mejor, en Soy Vino Mexicano, un proyecto que reúne a toda la cadena productiva de vinos mexicanos, podrás encontrar una gran variedad de productos elaborados por vinícolas de 14 regiones de México, diseñados para disfrutarse en cualquier momento y que aportarán algo a tu salud.
Además de encontrarlo en las uvas y en el el vino tinto, el ácido tánico se puede encuentra de forma natural en el té, en el café, en las pasas negras, en las guayabas y en las espinacas.
(Con información de El Universal)