Japón confirmó este martes su primer caso de la nueva variante Ómicron del coronavirus, en una persona que llegó recientemente al país procedente de Namibia, un país del suroeste de África.
El paciente, un hombre de 30 años, dio positivo al virus a su llegada al aeropuerto el domingo, quedó aislado y está siendo tratado en un hospital, explicó el secretario del gobierno Hirokazu Matsuno.
Un análisis del genoma confirmó el martes que contrajo la nueva bariante, que fue identificada por primera vez en Sudáfrica.
Japón decidió volver a cerrar sus fronteras salvo para el retorno de sus ciudadanos y residentes extranjeros, una medida “urgente” tomada en respuesta a la nueva variante Ómicron.
“Ante un posible empeoramiento de la situación hemos decidido prohibir las nuevas entradas desde todos los países del mundo como medida preventiva y urgente”, anunció este lunes el primer ministro nipón, Fumio Kishida, en declaraciones a los medios, tras celebrar una reunión de emergencia con su gabinete.
El cierre casi total de fronteras estará en vigor a partir de hoy y constituye “una medida anormal y temporal hasta que se aclare la situación por la nueva cepa”, dijo Kishida, quien señaló la necesidad de “tomar todas las precauciones posibles ante un riesgo desconocido”.
La Ómicron, cuyos primeros casos se detectaron hace dos semanas, ha sido considerada como “variante de preocupación” por la Organización Mundial de la Salud (OMS), aunque todavía se desconoce si provoca síntomas más graves de Covid-19 o la respuesta de las vacunas existentes ante la nueva cepa.
Japón ya había decidido en los últimos días endurecer las condiciones de entrada desde nueve países en los que se había detectado la nueva variante (Sudáfrica, Botsuana, Suazilandia, Lesoto, Namibia, Zimbabue, Mozambique, Malaui y Zambia).
El cierre fronterizo afectará a las personas que tenían previsto viajar a Japón con visados de estudiante, de negocios o como profesionales en prácticas, permisos de entrada todos ellos que volverán a quedar en suspensión durante un período de al menos un mes, según detallaron funcionarios del Ejecutivo nacional.
Sí podrán regresar al país los ciudadanos japoneses o los residentes extranjeros ya afincados en Japón, aunque deberán observar una cuarentena obligatoria en instalaciones designadas por el gobierno cuya duración dependerá del nivel de riesgo definido por las autoridades niponas para el país desde el que hayan viajado.