Culiacán, Sinaloa.— Una intensa jornada de violencia se registró desde aproximadamente las 5:30 de la madrugada de este miércoles en la sindicatura de El Pozo, perteneciente a la comisaría de Imala, en la zona rural de Culiacán.
Las balaceras y una persecución armada dejaron únicamente daños materiales, sin personas fallecidas ni heridas confirmadas.
Vecinos de la comunidad reportaron múltiples detonaciones de arma de fuego que se prolongaron durante varios minutos.
De acuerdo con la información recabada, un grupo armado irrumpió en una vivienda ubicada a escasos metros de la plazuela, las canchas deportivas y la iglesia del sector, donde se inició un enfrentamiento a balazos.
La casa atacada, de color naranja y con techo de teja, recibió más de 100 impactos de bala. Las autoridades levantaron alrededor de 150 casquillos percutidos de distintos calibres.
Las ráfagas atravesaron cristales, ventanas y puertas, y causaron severos daños a muebles como una cama, un espejo, un refrigerador y una mesa. En el momento del ataque no había personas en el interior del domicilio.
Testigos señalaron que durante la agresión llegó otro grupo armado, lo que desató un nuevo tiroteo que se extendió por varias calles de la comunidad y alcanzó la salida hacia Culiacán, a la altura del arco de bienvenida.
En esa zona quedaron esparcidos más casquillos y fragmentos de un artefacto, aparentemente explosivo y de fabricación artesanal.
Sobre el camino entre El Pozo y la comunidad de Mezquitita se observaron huellas de neumáticos ponchados, restos de llantas todo terreno y fragmentos de blindaje, lo que indica que un vehículo fue perseguido y atacado durante su huida.
En las inmediaciones de Mezquitita fue localizada una camioneta tipo pick-up de cuatro puertas completamente incendiada.
La unidad, que aparentemente tenía blindaje artesanal, quedó destruida por completo. No se encontraron personas dentro del vehículo ni rastros de lesionados.
Elementos de la Fiscalía General del Estado continúan con las diligencias periciales. Dos aeronaves Texan de la Fuerza Aérea Mexicana sobrevolaban la zona para brindar seguridad a las fuerzas en tierra y prevenir nuevas agresiones.
Hasta el momento, no se han reportado más enfrentamientos ni ataques contra las autoridades.
La camioneta calcinada fue asegurada por una grúa y trasladada ante las instancias correspondientes para continuar con la investigación.