Miles de personas abarrotan este domingo la Ciudad de México para mostrar su apoyo al presidente Andrés Manuel López Obrador -quien también marchó- en el cuarto aniversario de su llegada al poder y con la que el mandatario muestra músculo ante la oposición.
“Venimos con el corazón en la mano, venimos con alegría, entusiasmados porque nosotros sabemos que lo que se está haciendo es para hacer realidades, lo hemos vivido en carne propia”, dijo en entrevista con EFE Carla Corrales, alcaldesa de Cosalá, municipio ubicado en el noroccidental estado de Sinaloa, que viajó hasta la capital mexicana para apoyar al mandatario.
Como ella, miles de personas procedentes de todos los estados del país llegaron a la Ciudad de México para llenarla de apoyo a López Obrador, quien encabezó la marcha desde la icónica glorieta del Ángel de la Independencia hasta el Zócalo, donde se encuentra el Palacio Nacional -residencia presidencial- y donde pronunciará su informe del cuarto año de Gobierno en un escenario instalado para la ocasión.
El pasado 16 de noviembre, López Obrador anunció que daría su informe del cuarto año de Gobierno el 27 de noviembre -en lugar del 1 de diciembre, cuando se cumplen cuatro años de su toma de protesta- en el Zócalo, después de una marcha que él mismo encabezaría.
El anuncio de la marcha se dio apenas tres días después de la movilización que convocó a miles de personas, en su mayoría opositores, que salieron a las calles de la Ciudad de México y otras entidades del país en defensa del Instituto Nacional Electoral (INE) y contra la polémica reforma electoral que impulsa el presidente López Obrador.
La reforma, que el mandatario presentó en abril pasado y que se discutirá próximamente en el Congreso, causa polémica porque sometería a voto popular a los consejeros del INE y a los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (Tepjf).
También eliminaría 200 diputados y 32 senadores, reduciría el financiamiento de los partidos políticos y redefiniría el concepto de “propaganda” para que el Gobierno se pronuncie durante las elecciones, disposiciones criticadas porque pueden favorecer al actual partido en el poder.
Junto a López Obrador marcharon este domingo los denominados “corcholatas”, los favoritos de los presentados por el presidente como candidatos para relevarlo de cara a las elecciones de 2024: la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum; el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, y el secretario de Gobernación, Adán Augusto.
Acompañado también de otros miembros de su gabinete, el mandatario saludó en el camino a muchas de las personas que se acercaron a él, aunque muchos de los asistentes no tuvieron la oportunidad de aproximarse e incluso se suscitaron momentos de tensión.
“Estamos apoyando a López Obrador. Es la primera vez desde la conquista que la izquierda está en el poder, eso lo tenemos que celebrar y tenemos que celebrar todos los cambios que está haciendo el presidente, porque le dejaron el país destrozado”, compartió con EFE otra de las asistentes, Priscila Rodríguez, una mujer de 75 años de la Ciudad de México que recordó que la jornada está siendo “una fiesta” para muchos.
Ella y otros entrevistados mostraron emoción ante la celebración de esta histórica marcha y, aunque confesaron estar preocupados por la seguridad del presidente, quien camina todavía en dirección al Zócalo, destacaron la importancia de marchar “por los muchos logros” del mandatario.
Este pueblo se esta transformando políticamente, el poder ya no está en la cúpula empresarial, el poder queremos que esté en el pueblo, hoy está marchando el verdadero pueblo, no los ‘zombies’ que marcharon el 13 de noviembre, nosotros somos un pueblo informado”, consideró otra mujer, Lorena, contadora de la capital mexicana.
Ella aseguró también que las miles de personas que acudieron a acompañar a López Obrador no fueron obligadas, sino que llegaron por su cuenta y por su “propio pie”, a pesar de las múltiples acusaciones en los últimos días sobre los “acarreados”, personas que, dice la oposición, llegaron a la marcha pagadas por el oficialismo.
“Se respetan los comentarios, pero ojalá cuando estuvieron en el poder hubieran hecho lo que se está haciendo hoy: atender a los más pobres y a los más necesitados”, sentenció la alcaldesa de Cosalá.
A pesar de que se esperaba que el presidente llegara al Zócalo a pronunciar su discurso alrededor de las 11.00 hora local.