Tras poco más de 18 meses, las fronteras terrestres entre México y Estados Unidos que cerraron para los viajes no esenciales como una medida para evitar la propagación del coronavirus, reabrieron al turismo en el primer minuto de hoy con la única condición de comprobar vacunación contra covid-19.
Luego de esperar por varias horas, Claudia Guevara, de Monclova, Coahuila, fue la primera en atravesar el Puente Internacional 2 en Piedras Negras, el cual conecta con Eagle Pass, Texas. La mujer, quien dijo que su intención es realizar compras junto a su hijo y su comadre, fue recibida por el jefe de Aduanas y Protección Fronteriza, Paul del Rincón, así como el alcalde de Piedras Negras, Claudio Bres Garza.
Gobernadores, alcaldes y líderes empresariales de la franja fronteriza prevén la reactivación del intercambio económico, social y familiar, pero también mayor movilidad y caos vehicular.
Desde ayer, a unas horas de la reapertura, en ciudades como Nogales y Reynosa se observó el aumento de los patrullajes para la seguridad de quienes buscan cruzar la frontera, así como largas filas de vehículos, con esperas de hasta dos horas, para pasar la garita.
En contraste, apenas horas antes de reabrir el puente internacional Juárez-Lincoln para viajes no esenciales, la carretera Monterrey-Laredo lució completamente sola y sin la presencia de patrullas o elementos policiacos, al menos en el tramo correspondiente al estado de Nuevo León. En dicho escenario, miles de turistas mexicanos regresarán a las tiendas en las ciudades fronterizas, lo que reactivará una mermada economía regional.
La primera garita en que se esperaba la reapertura es la de San Ysidro, en el estado de California. Este puerto de ingreso a Estados Unidos es el de mayor afluencia en los 3 mil 169 kilómetros de frontera y estaba lista para dar acceso al turismo desde el primer minuto de este 8 de noviembre. Por este lugar cruzan unas 35 mil personas al día, lo que lo hace el más importante de toda la frontera. Tan sólo en San Ysidro, Imperial Beach y San Diego, las pérdidas económicas que dejó el cierre fueron de 7 millones de dólares semanales.
Se prevé que en los próximos días habrá largas esperas para el cruce terrestre y la recomendación de las autoridades es que los turistas lo hagan en horas no pico.
Propietarios de negocios ubicados en las calles aledañas al puerto de ingreso desde Tijuana hacia San Ysidro se alistan para recibir nuevamente a miles de turistas, mientras las autoridades de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus siglas en inglés) prevén largas filas, por lo que se colocaron carteles informativos para indicar las nuevas medidas para agilizar los cruces.