El mundo del espectáculo mexicano se viste de luto tras confirmarse el fallecimiento del actor y comediante Eduardo Eugenio Manzano Balderas, mejor conocido como El Polivoz, a los 87 años de edad. La noticia fue dada a conocer por su hijo, Eduardo Alfonzo Manzano Martínez (conocido como Lalo Manzano Jr.), a través de redes sociales, donde escribió: “Hoy el escenario de la vida ha bajado el telón. Mi padre, un comediante querido por miles y ser humano admirado por todos los que lo conocieron, ha partido de este mundo. Fue un hombre extraordinario. Bondadoso, inteligente y con un corazón tan grande como su talento”. Su legado no solo vive en los escenarios que iluminó, sino en las personas que transformó con una sonrisa.
El deceso ocurrió la mañana del 5 de diciembre de 2025, en la Ciudad de México, según confirmaron medios nacionales. Aunque no se han detallado causas específicas, se sabe que en los últimos meses Manzano enfrentaba padecimientos propios de la edad, con varias recaídas y hospitalizaciones que lo mantuvieron bajo cuidados médicos. No se ha informado de una enfermedad crónica concreta, pero allegados señalaron que su salud se había debilitado progresivamente, similar a la infección en la vesícula biliar que lo llevó a una hospitalización de emergencia en mayo de 2021.
Eduardo Eugenio Manzano Balderas nació el 18 de julio de 1938 en la Ciudad de México. Estudió ingeniería en el Instituto Politécnico Nacional (IPN), de donde deriva parte de su apodo “Polivoz” por su talento para imitar múltiples voces. Inició su carrera en la radio y el teatro como imitador, inspirado por figuras como José Ángel Espinoza “Ferrusquilla”, el “hombre de las mil voces”, y su propia madre, quien era cantante.
En 1959 conoció a Enrique Cuenca (1940-2000) en un concurso de imitadores llamado “La hora del imitador” en Canal 4, donde empataron y decidieron formar el dúo cómico Los Polivoces en lugar de competir. Debutaron en teatro en el Teatro Ideal en 1960 y en televisión en 1961 en el programa Tiempos y contrastes de Kippy Casado. Su humor, basado en caracterizaciones vocales, sátira social e imitaciones, los convirtió en un referente de la comedia televisiva en las décadas de 1960 y 1970.
Participaron en programas como Sonrisas Colgate (guionizado inicialmente por Roberto Gómez Bolaños), Los Polivoces (1970-1973) y El show de los Polivoces (1973-1976). Grabaron 12 discos de chistes y parodias, protagonizaron 18 películas (como ¡Ahí, madre! y Los albañiles) y realizaron más de 60 giras internacionales por México, Centroamérica, Sudamérica y EE.UU. El dúo se separó en 1976 por diferencias creativas y personales, aunque se reunieron brevemente en los 80 y 2000 para comerciales y shows.
Entre sus creaciones más recordadas están Gordolfo Gelatino (un galán vanidoso y mimado por su madre Doña Naborita, con el grito “¡Soy tan hermoso, ya lo ven!”, parodia de Rodolfo Valentino), el comandante Agallón Mafafas (parodia de militares inspirada en Pedro Armendáriz) y Don Teófilo (o Don Teofilito, un señor cascarrabias y entrañable). Otros incluyen Chano y Chon (indígenas rurales), los hermanos Lelos, Wash and Wear (un hippie desaliñado), Juan Garrison (parodia de John Wayne) y Andobas. Estos sketches combinaban ventriloquia, música y crítica social, influyendo en generaciones de comediantes.
Tras la separación de Los Polivoces, Manzano protagonizó su propio programa, El show de Eduardo II (1976-1981), donde revivió personajes y creó nuevos como Don Terramicino, El Molacho y El Chachalaco. En años recientes, consolidó su vigencia con el rol de Don Arnoldo López Conejo, el abuelo mujeriego y astuto en la serie Una familia de diez (2007-presente), producida por la familia Ortiz de Pinedo. Ha compartido créditos con tres generaciones de ellos: Óscar (en sus inicios), Jorge y Pedro. En la séptima temporada (2021), su personaje “emigró” a Hollywood para una película de Guillermo del Toro, permitiendo cameos vía videollamada, aunque Manzano siguió activo en grabaciones hasta sus últimos meses.
Además de la televisión, actuó en decenas de películas del Cine de Oro mexicano, como ¡Ahí, madre! (1970), La hija de Moctezuma (2014) y Marcianos vs. Mexicanos (2018, voz). Prestó su voz en proyectos de doblaje, incluyendo animaciones como Khan en Nikté, y participó en telenovelas como Un refugio para el amor, El bienamado y Médicos, línea de vida, así como en programas como Házme reír y serás millonario y La rosa de Guadalupe. Su carrera abarca más de 69 años.
Eduardo Manzano estuvo casado con la cantante Lourdes Martínez (vocalista de Los Impala), con quien tuvo tres hijos: Eduardo (Lalo Manzano Jr., nacido en 1968, actor y comediante que sigue sus pasos en shows como La hora pico), Ariel (actor y cantante) y Marisela (quien mantiene un perfil bajo). La pareja se separó en 1980, pero mantienen una relación cordial. Posteriormente, Manzano encontró estabilidad con su actual pareja, Susana de Manzano.
Su vida familiar se ha mantenido discreta, aunque siempre se le ha reconocido como un hombre afectuoso y cercano. Tiene nietos activos en redes, como la influencer Natasha Manzano (hija de Lalo). En sus últimos años, combinó su trabajo con una rutina tranquila, rodeado de familia y colegas, y ha expresado gratitud por el apoyo durante preocupaciones previas por su salud.
Con más de seis décadas de carrera, Eduardo Manzano deja un legado imborrable en la cultura popular mexicana, revolucionando el humor con imitaciones ingeniosas y personajes que retratan con ironía la vida cotidiana. Su influencia se ve en comediantes modernos, y su obra —desde sketches virales hasta series actuales— seguirá viva en la memoria colectiva, inspirando risas generacionales.
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