Mala copia López-Rocha

Irene Medrano

López Obrador, dicen, juran y perjuran que persigue a quienes no están con él, a los que disienten de lo que es o quiere ser. Odia a quienes discrepan, lo enfrentan y se miden de tú a tú…y lo curioso es que son mujeres las que le han querido poner un alto a su desmedido resentimiento social.

Ahí está Norma Lucía Piña Hernández, presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), quien con la ley en la mano, pese a que López Obrador manda todo al carajo, lo ha puesto en su lugar.

También la comisionada Blanca Lilia Ibarra Cadena del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai) en menor escala se ha enfrentado a López Obrador, lo que provocó la parálisis de ésta institución por falta de quórum, hasta que fue la Corte, quien intervino y hace unas semanas está sesionando con cuatro comisionados, hasta que el presidente les ordene a los legisladores aprueben el resto de los comisionados (3).

Xóchitl Gálvez, representante del Frente Amplio por México, desde que decidió encabezar la lucha por alcanzar la candidatura a la Presidencia de la República, lomo le ha faltado para recibir cada andanada, desde López Obrador hasta las huestes de Morena, la han acusado de todo, le han querido tumbar su casa, ahora de plagiar la tesis, a ver con qué salen mañana.

La verdad, dicen seguidores y no seguidores que ya da “hueva” escuchar tanta sandeces.
Estos son sólo tres ejemplos, pero a donde usted voltee, López Obrador tiene muchos fierros en la lumbre, que se requerirían páginas y páginas para desglosar cada conflicto en el que está metido.

Caliente…caliente.- Ahora vayamos a lo local, el gobernador Rocha Moya, le quiere seguir hasta el modito de pararse en el pódium a López Obrador todas las mañaneras.

Rocha en sus semaneras, se regodea en el pódium, desde ahí al igual que López marca la directriz a seguir durante la semana, pero, por abajo ¡bolas!

“Dios nos cuide de un mal rato de Rocha. No queremos ser sus enemigos ”, dicen quienes están cerca de él.

Hasta el momento ha traído entre ojos, a Jesús Estrada Ferreiro, a Luis Guillermo “El Químico” Benítez Torres y a Héctor Melesio Cuén Ojeda.

Jesús Estrada Ferreiro ha sido un hueso duro de roer, se ha defendido como gato panza arriba de los procesos como el juicio político y el presunto arrendamiento irregular de camiones de basura.

Aparentemente ya le había ganado el round a Rocha y con bombo y platillo anunciaba que este jueves regresaría a concluir su mandato en la alcaldía de Culiacán, pero resulta que a última hora el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), bajó de la orden del día la propuesta de su reinstalación, pese a que la Sala Regional Guadalajara la semana pasada propuso revocar la determinación en el expediente SG-JDC-45/2023.

Por su parte El Químico, contrario a Estrada Ferreiro que fue desaforado por el congreso del estado, éste renunció como alcalde de Mazatlán y pese a que tenía una serie de denuncias por presunto enriquecimiento inexplicable, el gobernador lo nombró secretario de Turismo, pero en febrero pasado Rocha Moya anunció que la Fiscalía General del Estado, solicitó ante el Congreso del Estado, el desafuero del ex alcalde de Mazatlán para investigarlo por el delito de Desempeño Irregular de la Función Pública.

Al mazatleco no le ha ido tan mal con la ira del mandatario estatal, quizá porque El Químico presume su cercanía con el presidente y con los altos niveles de la 4T.

Con quien sí ha caído todo el peso del gobierno estatal, es contra el ex rector Héctor Melesio Cuén Ojeda, pese a que él fue uno de los artífices para que Rocha llegara al poder, una vez que llegó a la gubernatura lo nombró como su secretario de Salud, lo sobajó, a cada momento mostraba el odio que le tenía hasta que lo corrió.

Desde entonces Cuén Ojeda ha recibido una serie de golpes bajos, el año pasado le cerraron uno de los restaurantes Beisbox, ahora el restaurante Casa María, donde el gobernador se tomó el último chocolatito con su entonces “amigo”, fue clausurado, dejando a los trabajadores, por el momento sin trabajo, la pregunta quién les pagará los días que no laboren.

A Cuén se le acusa de tener secuestrada la Universidad Autónoma de Sinaloa. Los universitarios demandan que si hay pruebas que se le siga el debido proceso, pero que se dejen de “caladitas”, un día te pico un ojo, otro día, te pellizco.

Lo cierto es que los tres personajes aludidos acusan directamente al gobernador de ser el artífice de que la política en Sinaloa sólo sirva para perseguir al que no está con él. ¿Será?