El nieto de Mario Moreno “Cantinflas”, Mario Moreno III, denunció públicamente lo que calificó como “el fraude más grande del arte en México”, en el que el nombre del famoso comediante está involucrado.
“Me da coraje contar esta historia, pero es tiempo de compartirla. 300 millones de dólares en arte intercambiados por solo $1 y esto incluye obras que pertenecían a mi abuelo Mario Moreno Cantinflas”, expresó.
El joven inició su relato a través de su cuenta de Instagram: “Cantinflas y Jacques Gelman fueron muy amigos. Más que amigos fueron compadres. Jacques fue el padrino de bautismo de mi papá. Juntos crearon una colección de arte envidiable. Iban por distintos lugares del mundo y compraban piezas”.
Sobre el acervo, detalló: “Tenían cuadros de Diego Rivera, Frida Kahlo, Tamayo, Siqueiros, Orozco, Mérida, Picasso, Braque, Matisse, Miró, Dalí y entre muchos más. Muchas de las piezas que compartían estaban en resguardo de Jacques y Natasha Gelman”.
Al respecto de cómo decidieron compartir los derechos de las obras, Mario Moreno III señaló: “En 1985 hacen un contrato donde estipulan que las obras que tienen en conjunto quedarían en resguardo de Rioma Films, que estaba encabezada por Mario Moreno Cantinflas.”
Según la versión de Moreno III, todo cambió tras el deceso de Jacques en 1986. “Olvidándose completamente de la palabra que le había dado a mi abuelo. Dejó la cesión de derechos de todas las obras a su esposa Natasha Gelman, incluyendo las que eran de mi abuelo. En su testamento estipuló que, si llegaba a faltar él o Natasha Gelman, el sucesor sería Mario Moreno Ivanova, mi papá. Agárrate, que ahí viene lo peor. Después de la muerte de Jacques, Natasha empieza a padecer Alzheimer y Parkinson, dejándole en una situación muy triste y muy grave, donde poco a poco su memoria se iba deteriorando y su cuerpo dejaba de funcionar.”
Acto seguido, Mario puntualizó: “Y aquí es donde entra una muy mala amistad, que se mete hasta los pensamientos de Natasha y le hace firmar documentos sin estar en pleno uso de sus facultades mentales. Y este tipo empieza a ser un equipo, junta a una jueza, a notarios, abogados para hacer un fraude gigante. Se aprovecharon de esta pobre mujer para estafarla 1 año antes de su muerte. La hacen firmar un documento donde cedería a ella todos los derechos del arte por 1 dólar.
El nieto de Cantinflas subrayó la magnitud del caso: “Una colección de 300 millones de dólares y aparte de esto, su departamento en Nueva York, cuentas bancarias, joyas, muebles, tapetes, arte precolombino, empresas y todo por 1 dólar”.
Finalmente, señaló que varias de las piezas están exhibidas en un importante recinto de Estados Unidos: “Parte de la colección de los Gelman con algunas pinturas que pertenecen a mi abuelo, están expuestas actualmente en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York… Y ese es el fraude más grande de la historia del arte en México”.

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