Dos niños de 7 y 9 años protagonizaron una alarmante confrontación con la policía en Albuquerque, Nuevo México.
Armados con una pistola cargada, los menores se atrincheraron detrás de una unidad de aire acondicionado en su hogar, negándose a entregar el arma a los agentes del Departamento del Sheriff del Condado de Bernalillo (BCSO, por sus siglas en inglés).
La situación fue registrada por un dron del BCSO y por cámaras corporales de los oficiales, mostrando a los niños en pijamas mientras sostenían la pistola.
Durante el enfrentamiento, uno de los niños aparentemente intentó disparar, pero el arma falló debido a un desperfecto. Ante la creciente tensión, los agentes utilizaron munición no letal para distraer a los menores y facilitar su desarme sin causarles daño.
El alguacil John Allen, quien participó directamente en la intervención, se acercó sin armas y logró desarmar a los niños, evitando una tragedia.
El Departamento del Sheriff destacó el uso exitoso de la tecnología de drones en la resolución de la crisis, permitiendo una evaluación aérea en tiempo real que facilitó una intervención más segura y controlada. A pesar de la gravedad del incidente, no se presentaron cargos contra los menores.
En su lugar, las autoridades están colaborando con la familia para proporcionar terapia psicológica, servicios médicos y apoyo conductual, reconociendo la compleja intersección entre la delincuencia juvenil, la salud mental y la seguridad pública.
Este caso resalta la creciente preocupación por la violencia juvenil en Nuevo México, donde los delitos cometidos por menores han aumentado significativamente en los últimos años.